jueves, 28 de abril de 2011

Debora muere al llegar a la casa de Dios (BET-EL)

"Entonces murió Débora, nodriza de Rebeca, y fue sepultada al pie de Betel, debajo de una encina, la cual fue llamada Alon-bacut" (Génesis 35:Léase: Genesis 35:1-15)
Las Escrituras nos hablan de dos Déboras. Una, en tiempo de Barac, gobernó como profetisa a Israel. La otra, fue el ama de leche de la familia patriarcal de Jacob. Merece nuestra atención el que esta ama de Rebeca sea mencionada en las Escrituras.
Tenemos delante la Santa Revelación de Dios. La dio a su Iglesia para vencer a Satán. En este libro se nos habla del destino de cielos y tierra, y con todo, cabe en el relato el referirse a un ama de leche en tiempos patriarcales. Esto es lo que leemos en el versículo que hemos leído. Allon Bacut significa "encina del lloro".
Débora sería una sierva de muchos años en la casa. Cuando murió, Jacob había ya regresado con su esposa y los suyos de Padan-Arán a Canaán. Había plantado sus tiendas en Betel. Sus hijos eran ya hombres. El tendría unos sesenta y pico de años para este tiempo, y Débora sería una anciana de ochenta a noventa.
Obsérvese la consideración que se tiene a esta antigua sierva en la casa de Jacob. Isaac y Rebeca se la habrían dado a Jacob cuando la familia de éste empezó a aumentar. Probablemente, en la casa de Jacob habría cuidado a José y a Dina. Se había quedado con la familia. Todos la tratarían con cariño y se sentirían apegados a ella. Cuando finalmente hubo sonado su última hora toda la familia está presente en su entierro. Jacob y los suyos la acompañaron a su última morada con lágrimas en los ojos, según vemos en el nombre dado al lugar.
Hoy nos hemos librado de la esclavitud. Obsérvese, sin embargo, que incluso en tiempos en que existía esta triste relación entre hombres, Dios inspiraba con su gracia una fe que convertía esta maldición en una bendición: las cadenas de la esclavitud podían ser cadenas de amor.
Débora significa "una abeja". Un nombre apropiado para una sirvienta. Un símbolo de actividad, diligencia, tesón. Porque la gracia de Dios convirtió a Débora en un siervo querido y fiel. ¿No es esto un ejemplo hoy para muchos cristianos que sólo trabajan pensando en la recompensa, como la hormiga?
En el caso de la sirvienta, Dios inspira en Débora un tierno afecto hacia Jacob, Lea, Raquel y los demás, afecto que es correspondido. No sólo quieren que se les sirva, sino que aprecian y agradecen los servicios prestados. Débora pasa a ser un miembro de la familia. Al morir es como si hubiera muerto uno de los deudos entrañables, como la muerte de un hijo. Como si hubiera sido una hermana de Jacob o de Lea.
Aquí también hay una lección. Hoy no existen en el mismo sentido este tipo de relaciones, entre esclavos y dueños, y apenas en siervos y amos. Pero sí existen relaciones en que otros seres humanos pueden ser tratados como objetos, se les saca el provecho y luego se les abandona como si no hubieran existido. Cuando una persona deja de ser útil a la otra se la arrincona, se le pone a un lado: "Hallaremos a otra en su lugar."
Este tipo de relación hace imposible la fe. Impide la devoción en el que sirve, lo cual niega la fe. Impide cumplir la responsabilidad del que utiliza los servicios del otro, que cree que ha cumplido al pagar el salario; la fe aquí también es muerta. La relación humana es muerta también: en ella no hay ayuda mutua para el crecimiento de la fe.

miércoles, 27 de abril de 2011

Francia y otros países europeos apuestan por reconocer un Estado palestino

Francia y otros países europeos estudian reconocer formalmente a un Estado palestino como medida para impulsar el proceso de paz en Oriente Medio, aseguró durante un debate del Consejo de Seguridad de la ONU el embajador francés ante el organismo, Gérard Araud.
"El reconocimiento del Estado de Palestina es una de las opciones que Francia sopesa con sus aliados europeos con la idea de crear un horizonte político para relanzar el proceso de paz", dijo Araud en la reunión que mantuvo el Consejo, donde se mostró la presión internacional existente para que israelíes y palestinos vuelvan a la mesa de negociaciones.
Araud, que destacó el compromiso de Francia con la seguridad de Israel, aseguró que, si su país y otros socios europeos toman esa decisión, ese paso "debería favorecer el reinicio de las negociaciones bajo la base de unos parámetros internacionales bien conocidos".
Mientras Araud hablaba en el Consejo de Seguridad, el mandatario francés, Nicolas Sarkozy (foto), mostraba en París al presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abás, el apoyo del país a su iniciativa para lograr la reconciliación palestina y formar un gobierno de tecnócratas que prepare las elecciones generales y trate la reconstrucción de la franja de Gaza.
En la reunión del Consejo de Seguridad, el subsecretario de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, apeló en el mismo sentido a la comunidad internacional, a la que invitó a apoyar a Abás y al primer ministro palestino, Salam Fayad, para que regresen a las negociaciones con una voz única palestina.
Pascoe pidió apoyo urgente para superar "el punto muerto en que están las conversaciones de paz" desde septiembre de 2010, después de que los palestinos se retiraran de la mesa de negociaciones tras el fin de la moratoria a la construcción de diez meses que Israel declaró en los asentamientos de Cisjordania.
Alertó de que la situación en la zona es complicada debido a los numerosos incidentes violentos en el último mes -ataques terroristas palestinos contra Israel desde Gaza y la respuesta israelí a esos ataques- y pidió a las partes "la máxima contención" para lograr avances en un proceso que está congelado.
Subrayó que la comunidad internacional debe ayudar a las partes a avanzar en el proceso, al tiempo que aseguró que la ONU seguirá trabajando dentro del Cuarteto para Oriente Medio -que integra con EE.UU., Rusia y la Unión Europea (UE)- para organizar un encuentro lo antes posible.
La necesidad de que se retomen las negociaciones marcó la mayor parte de los discursos oídos en un debate en el que participaron más de cuarenta delegaciones, algunas con peticiones para que EE.UU. retome el liderazgo en los esfuerzos para avanzar en el proceso.
El embajador de Israel ante la ONU, Meron Reuben, insistió en que "la paz sólo puede conseguirse a través de negociaciones directas y no puede imponerse desde fuera".
"Cualquier acuerdo de paz debe construirse con base en los principios básicos de mutuo reconocimiento y seguridad", indicó Reuben, quien destacó las últimas actuaciones militares como actos de defensa propio y quien pidió al Consejo de Seguridad que proporcione "soluciones (al conflicto) y no resoluciones".
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, subrayó que "las negociaciones entre las partes siguen siendo el único camino para resolver todos los problemas y establecer un Estado palestino soberano al lado de un Israel seguro".
Rice pidió a los responsables de la AP que sigan trabajando para que "las conversaciones de paz puedan avanzar y resulten en la creación de un Estado Palestino".
El representante palestino ante la ONU, Riad Mansour, pidió en su intervención precisamente que, para avanzar en el proceso, se desarrolle "un fuerte liderazgo de los miembros del Cuarteto, incluyendo a Estados Unidos, teniendo en cuenta el papel que ha jugado en el proceso de paz".
También los representantes de los países europeos pidieron a Estados Unidos que intensifique los esfuerzos para sacar del punto muerto las negociaciones, como destacó el embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, quien pidió "un fuerte liderazgo estadounidense".
Wittig alertó de que se debe "restablecer un proceso político creíble" lo antes posible y antes de septiembre (fecha en que el presidente de EE.UU., Barack Obama, emplazó a las partes para alcanzar un acuerdo sobre la creación del estado de Palestina), si no se quiere hacer frente a "graves consecuencias".

Japón necesitará diez años para su reconstrucción tras el terremoto

La reconstrucción de las ciudades y localidades japonesas devastadas por el terremoto y el tsunami que se produjeron el pasado 11 de marzo podría concluir dentro de diez años, según ha afirmado este martes el Consejo para el Plan de Reconstrucción, que asesora al Gobierno nipón.
"Durante los tres primeros años se realizarán labores como reconstruir carreteras y levantar viviendas temporales", ha indicado Jun Lio, un responsable del Consejo, que se formó después del desastre. Según este organismo, se podría tardar otros cuatro años en reconstruir las localidades destruidas, y aún más en lograr una recuperación plena.
"Debemos tener en cuenta que el área afectada por el desastre es mucho mayor que Kobe", ha señalado en referencia a la ciudad japonesa que fue arrasada por un fuerte terremoto en 1995.
En ruinas
El seísmo y el tsunami de marzo redujeron a ruinas una gran extensión del noreste del país, causaron la muerte de al menos 13.000 personas, obligaron a otras 130.000 a dejar sus casas y alojarse en refugios y causaron unos daños valorados en 300.000 millones de dólares, aproximadamente. El Consejo ha afirmado que esta catástrofe ha puesto de manifiesto las deficiencias de una forma de gobierno centralizada y ha abogado por una mayor autonomía de las regiones.
Asimismo, ha destacado la importancia de que las labores de reconstrucción trasciendan las divisiones políticas en un país donde la frágil tregua política motivada por el desastre no ha durado mucho tiempo. El presidente del Consejo y de la Academia Nacional de Defensa, Makoto Iokibe, ha subrayado que "las tareas de reconstrucción están por encima de las cuestiones políticas". "Podemos pedir la opinión de los partidos de la oposición y del partido gobernante", ha sugerido. El Gobierno japonés aprobó el viernes pasado destinar 50.000 millones de dólares a las labores de reconstrucción.