Un partido político judío adicto a los Herodes. Como los príncipes herodianos dependían de Roma, sus partidarios se sometían de buena voluntad al poder romano, y sostenían que era justo pagar tributo a los emperadores, cosa que negaban los fariseos. Sin embargo, ambos partidos deseaban la continuación de la religión judía, y se unieron para oponerse a la obra de Cristo, el verdadero Mesías (Mr. 3:6; 12:13).
Acerca de su carácter y doctrinas, nada se sabe con certeza. Se supone que se trataba de un movimiento político judío que simpatizaba especialmente con la casa de Herodes (en este caso, Antipas) por encima de los procuradores romanos, quizás con la esperanza del establecimiento del reino davídico. Si esto era así, resulta sorprendente verles confabulados con los fariseos, cuyas opiniones políticas eran totalmente distintas. Esto muestra hasta qué punto tanto fariseos como herodianos llegaron a ver en Jesús como su enemigo común.
Se los menciona como enemigos de Jesús, una vez en Galilea y luego en Jerusalén (Mr. 3.6; 12.13; Mt. 22.16). Su asociación con los fariseos en la cuestión referente al pago del tributo al César sugiere que estaban de acuerdo sobre este asunto, o sea el nacionalismo por oposición a la sumisión al yugo extranjero. Constituían un partido judío que favorecía a la dinastía herodiana. La opinión de que constituían un partido religioso conocido en la literatura rabínica como los “boetosianos”, es decir adherentes de la familia de Boeto, cuya hija Mariamne fue una de las esposas de Herodes el Grande, y cuyos hijos fueron elevados por él al sumo sacerdocio.En varias ocasiones se aliaron con los fariseos para oponerse a Jesús (Mt 22.16; Mc 3.6; 12.13).
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