lunes, 21 de marzo de 2011

La venida del Señor Jesucristo esta realmente cerca. El tiempo es corto.

Al mundo el cual vivimos se le llama Madre tierra, Nuestro amado nos dijo que sería como dolores de parto, la tierra gime, en los partos se mide por dilataciones del 1 al 10, en los terremotos en la escala Richter también se mide del 1 al 10 y el último terremoto en Japón fue de escala 9 o sea que estamos cerca del gran terremoto escala 10, si observamos el anillo de fuego del cinturón del pacifico y colocamos los terremotos de Chile, Australia y Japón, vemos que las distancias son iguales ubicadas en el mapa mundi, observamos que estos eventos se han dado en sentido contrario a las manecillas del reloj, si ubicamos una distancia similar para el próximo evento observaremos que este podría ser en territorio de USA ya sea Yellowstone o la gran falla de San Diego en California, con amenaza de plantas atómicas en las cercanías.
Queridos hermanos es hora de ponernos las vestiduras blancas(sin pecado)estando erguidos(caminando con integridad y como verdaderos soldados de Cristo) busquemos la salvación de las almas desapercibidas de la mortandad y tribulación que se avecina y estemos orando con esas lámparas encendidas con su aceite(Espíritu Santo)como la parábola de las 10 vírgenes para que seamos llevados al gran banquete celestial el cual muchos lo rechazaron como lo indica la otra parábola y también lo relatado en su nacimiento en belén, el toco muchas puertas y nadie le abrió(corazones duros) y solo en el lugar humilde(corazón humilde) como el pesebre el nació y habito.
Noé advirtió y no se hizo caso de lo que decía, hasta que Dios cerró la puerta de la barca e inicio su ira, ahí tocaron y la puerta no fue abierta, ahora es tiempo, acéptale como salvador de tu vida, reconócele que vino a pagar por nuestros, confiésalo con tu boca y con tu corazón y el realizará grandes obras en ti.
Jesús nuestro amado ya viene por la iglesia que lo espera, pero viene a la que está sin mancha. Prepárate para su venida.
Por lo demÁs no te preocupes, sigue en paz, porque para el pueblo de Dios hay promesas y una de ellas es que caerán mil a tu izquierda, mil a tu derecha pero a ti Dios te cuidara porque el levanta bandera por tí porque eres llamado "HIJO DE DIOS".
Bendiciones queridos hermanos.

domingo, 20 de marzo de 2011

Jesús y Jonás

El profeta Jonás es un tipo del Señor Jesucristo. Así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, el Señor estuvo en el corazón de la tierra. ¿Cuál fue la causa?
“Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.” (Mateo 12:40).
Al llegar al muelle, encuentra el barco que necesita. Así que, sin más dilación, paga el pasaje, y se embarca. Por fin, ha logrado escapar. La voz de Dios ya no le incomodará más.
¿De quién se trata? Se trata de Jonás, el profetas de Dios, que huye para no tener que ir a Nínive, esa ciudad pagana, a predicar el mensaje que Dios le ha encomendado.
La travesía por el mar parece normal e incluso placentera, hasta que se desata una violenta tempestad. Los marineros están desconcertados. Nunca habían vivido algo así. Ellos invocan cada uno a sus dioses, pero la tempestad no amaina.
De pronto, alguno pregunta cuál será la causa de tan gran mal. Al echar suertes, ésta cae sobre Jonás. Jonás reconoce que es por su culpa que les ha sobrevenido esto, y sugiere que lo echen al mar para salvar la embarcación. Tras denodados esfuerzos por salvar la nave, los hombres no tienen otra alternativa. Jonás es lanzado al mar.
El mar ahora está quieto. La embarcación se salva, pero ahora el problema lo tiene Jonás. Las aguas del mar amenazan sobrepasarlo, entonces Dios tiene misericordia y ordena a un pez que se lo trague.
Jonás está en el vientre del gran pez. Siente que la muerte pende sobre su cabeza. La angustia lo envuelve. Las algas se le enredan en la cabeza. El abismo – las profundidas insondables del mar – le rodean y amenazan. ¡Cuán largas son las horas! No es un día ni dos. No es una noche ni dos. Son tres largos días con sus noches. Siente que está encerrado en una cárcel bajo crueles cerrojos.
Pero allí, Jonás invoca el nombre del Señor, y éste manda al pez, quien lo vomita sin un rasguño en tierra.
El Señor Jesucristo usa a este profeta como ejemplo de lo que habría de ser su muerte. Tal como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, él habría de estar en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Si revisamos la historia del profeta, podemos hallar una alegoría del por qué de su muerte. Más allá de su estadía en el corazón de la tierra, podemos ver que fue necesario que Cristo muriera para que los juicios de Dios sobre el hombre fueran quitados.
Fue necesario que Cristo fuera lanzado a las aguas de la muerte para que se aquietara el mar embravecido. Es raro hallar en Jonás el desinterés por su propia vida, al ofrecerla para la salvación de esos hombres. Es sumamente extraño en un profeta tan desobediente. Jonás estaba siendo usado por Dios para mostrarnos la hermosa actitud de entrega del Señor Jesús por nosotros.
Así como Jonás ofreció su vida por la de esos hombres, así el Señor Jesucristo fue a la muerte por todos nosotros.
No obstante, hay una diferencia fundamental. Jonás fue lanzado al mar en castigo por su desobediencia. En cambio, Cristo fue a la muerte en castigo por nuestra desobediencia. Jonás vivió sólo las angustias de la muerte; en cambio el Señor padeció la muerte de verdad. ¿No es maravilloso? Murió por usted y por mí, para que nosotros alcanzásemos vida eterna.

Una sola palabra de Dios puede cambiar tú vida

Casi todo el material utilizado por Juan en su Evangelio es diferente al de los otros Evangelios. Eso lo diferencia de los otros tres, llamados sinópticos. Entresacando de este novedoso material referente al Señor Jesucristo, hallamos cuatro o cinco encuentros con personas muy representativas. Son representativas, porque sin duda Juan tuvo a la mano mucho material disponible, que no incluyó. ¿Por qué incluyó este material, y no otro? Creemos que aquí hubo una cuidadosa selección, a fin de cumplir su propósito, que era demostrar que Jesús es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
El primer encuentro es con Nicodemo, este sabio maestro de los judíos. Saltándose los saludos protocolares, Juan muestra al Señor introduciendo un tema absolutamente nuevo en el Nuevo Testamento: el nuevo nacimiento. La mayor necesidad de un hombre como Nicodemo, versado en los escritos sagrados, era nacer de nuevo. Él era simplemente un estudioso, pero no un hombre nuevo.
"Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es" (Jn. 3:6). Este es el gran dilema del hombre, él es carne; en cambio, Dios es Espíritu (Jn. 4:24). ¿Cómo alguien podrá conocer a Dios, si no nace del Espíritu, la misma naturaleza de Dios? Nicodemo no podía ignorar esto – pero lo ignoraba.
La esfera de la carne y la del espíritu son irreconciliables, y opuestas. Nadie puede cambiarse de esfera, a menos que Dios lo cambie. Nicodemo quedó desconcertado. Él se movía en la esfera de las cosas terrenales – a pesar de que era un teólogo, versado en las cosas celestiales. Él no conocía a Dios en el espíritu, lo conocía meramente a través de su mente esclarecida.
Ah, el drama de Nicodemo es el de muchos todavía – incluso dentro del cristianismo. Conocen a Dios de oídas, pero no pueden decir: "Y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad" (Jn. 1:14). Tampoco pueden decir: "Lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos..." (1ª Cor. 1:3). Su conocimiento es meramente intelectual, doctrinal, teológico.
Apenas comenzando este Evangelio, el Señor nos deja en claro a través de Nicodemo, que no es posible conocer a Dios de otra manera si no es naciendo de nuevo, porque sólo el Espíritu de Dios puede revelarnos a Dios y las cosas que son de Dios. Unos pocos capítulos más adelante, Juan nos reitera: "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha" – Nada terrenal aprovecha para conocer a Dios, y para hacer la obra de Dios.
Nicodemo debía ser desnudado de vana pretensión de sabio según la carne. El mejor favor que el Señor Jesús le podía hacer era denunciar su falsa posición, y encaminarlo hacia las cosas espirituales. Sólo reconociendo nuestra nulidad en la carne, podremos esperar de Dios el toque que nos hará espirituales.
Nicodemo fue un bienaventurado, pues supo a tiempo que nada de aquello en lo que se gloriaba le servía. Más adelante lo vemos poniéndose del lado de Jesús frente a los sacerdotes y fariseos (Jn. 7:50-52), y ungiendo al Señor luego de la crucifixión (19:39). Una palabra del Señor salvó a este hombre de la oscuridad. Una sola palabra del Señor nos muestra también cuál es nuestra mayor necesidad y esa palabra puede cambiar tú vida.

jueves, 17 de marzo de 2011

Tamar, Rahab y Rut

Tamar
En el versículo 3, vemos a Tamar. Encontramos su trágica historia en Génesis 38. Es la historia de una mujer que tuvo dos maridos, uno después de otro. Ambos fueron hombres malvados, a los cuales el Señor enjuició y quitó la vida. Tamar no tuvo hijos de ninguno de ellos. Del segundo -Onán- pudo haberlo tenido, pero dice la Escritura que, en el momento de la relación sexual, éste vertía en tierra para no engendrarle hijos. ¿Pueden ustedes imaginar una humillación más grande para una esposa que, según la tradición judía, ansiaba tener muchos hijos?
Muerto su segundo esposo, Tamar se quedó desolada y triste, como no podemos imaginarnos. Según la ley, Judá, su suegro, debía darle el tercero de sus hijos como marido, en lugar de los que había perdido. Pero él no quiso hacerlo. Pensó: "Si le doy éste, también morirá". Y Tamar se quedó en la casa de su padre como cuando era soltera, viendo cómo los años pasaban, sin marido ni hijos. Allí ideó un plan, y según este plan, ella se puso al alcance de Judá, para que su propio suegro engendrara hijos en ella. Judá, sin advertir que era su nuera, engendró hijos en Tamar, y así nacieron Fares y Zara.
Indudablemente, Tamar no forma parte de la genealogía de Jesús porque haya sido una mujer virtuosa, sino más bien porque fue una mujer que lloró las lágrimas más amargas, a la cual Dios miró con misericordia. Su nombre no debería estar allí, pero está. ¡Oh, este Rey, Jesús, el Rey de reyes y Señor de señores, no se avergüenza de que Tamar, esta mujer doliente y sufrida, aparezca mencionada entre su familia, como tampoco se avergüenza de que tu nombre y el mío estén inscritos en el libro de la vida!
¡Cuántas Tamar han sido llamadas a formar parte de la familia de Dios! ¡Cuántos hombres indignos, como Judá, este hombre de corazón duro, son mencionados con honra en las Escrituras! Se dice, por ejemplo, de Jesús, que es el león de la tribu de Judá. Allí está Judá, un hombre casi indigno de ser mencionado.
Rahab
¿Qué diremos de la segunda mujer, Rahab? ¿Cómo la mencionaremos? ¿Como la meretriz de Jericó? Si hacemos así, tal vez usted me pregunte: ¿Y qué significa "meretriz"? Digamos, la "ramera" de Jericó. Alguno todavía pudiera no entender. Y podríamos seguir siendo más y más explícitos, entonces usted sabe lo que significa. Ella era una mujer cananea y vivía en Jericó.
Cuando el pueblo de Israel estaba a punto de entrar a la tierra prometida, Josué envió dos espías a Jericó. Ellos no fueron a golpear el palacio del rey. No, ellos fueron a un lugar donde podrían pasar inadvertidos: a la casa de una prostituta. ¿No era normal que entraran hombres a esa casa? Allí estaba Rahab. Era una de las prostitutas de Jericó.
Cuando Rahab recibió a los espías, se jugó la vida por ellos, porque los ocultó para que los enviados del rey no los sorprendieran. Ella dijo: "El Dios de ustedes va a tomar la ciudad. Aquí todos los hombres están temblando, sus corazones son como agua. Yo sé que el Dios de ustedes es el Dios verdadero. Por tanto, los voy a esconder. Pero una cosa les pido: cuando venga la destrucción sobre esta ciudad, tengan misericordia de mí y de mi familia". Y así ocurrió. El día en que vino la destrucción sobre Jericó, Rahab puso como señal un cordón de grana en la ventana, para que fuera visto de lejos por los israelitas. Entonces ellos dijeron: "Esa casa que está allí en el muro no puede ser tocada. Es la casa de Rahab".
Ellos no dijeron eso porque fuera la casa de un hombre insigne o de una mujer importante de la ciudad. No. Era la casa de Rahab. ¡Qué honra, qué salvación! Y, cuando llegaron los israelitas arrasando todo lo que había con vida, ¿se imaginan ustedes al padre de Rahab diciendo a los guerreros israelitas: "Yo soy el padre de Rahab, así que usted no me puede tocar"? ¿O a una mujer diciendo: "Yo soy hermana de Rahab, soy intocable"? En ese momento, el nombre de Rahab era como un escudo para toda su familia. ¡He ahí una prostituta levantada al sitial de una mujer de fe, y mencionada también en Hebreos 11!
Hay mujeres a las cuales el pasado les aplasta. El pasado es como una cadena en el corazón o como una carga sobre su conciencia. Pero miren ustedes a Rahab, y verán cómo el pasado desaparece, cómo los pecados son borrados. Ese hilo de grana colgando de su ventana nos habla de la preciosísima sangre de Jesús, que limpia todos los pecados de una vez y para siempre. Ya no diremos Rahab la ramera, sino Rahab, la mujer justificada, santificada por la fe.
Probablemente uno de los hombres que estuvo en su casa aquella noche fue Salmón, que después se casó con ella. Esa unión significó la reivindicación definitiva de Rahab. Nunca más sería recordada con ese epíteto vergonzoso. Ella fue la esposa de Salmón, y aún más, la madre de Booz, el cual engendró a Obed, y Obed a Isaí, el padre de David. Rahab fue la bisabuela del rey David. Su hijo Booz, que aparece en el libro de Rut, es un hombre de un carácter tan sólido, tan consistente, tan íntegro, como pocos en la Biblia. ¡Booz, el hijo de Rahab! ¿Qué enseñanzas le entregó ella a su hijo, que llegó a ser tan noble?
¡Qué preciosa es la gracia de Dios! ¡Oh, no nos cansaremos de hablar de Su gracia, que es capaz de transformar la muerte en vida, un pasado oneroso en un presente y un futuro glorioso! No nos cansaremos de hablar de las maravillas de Dios, de lo que él puede hacer con un hombre o una mujer común. No nos cansaremos de decir que Dios se complace en levantar al pobre, al humilde, al caído. No nos olvidaremos de dónde nos ha levantado Dios, para decirles a los hombres y a las mujeres: "Si lo hizo así conmigo, también contigo lo puede hacer".
Rut
 La tercera mujer es Rut. El libro que relata su historia es, sin duda, uno de los más delicados, más tiernos, más dulces de la Biblia. Rut era extranjera, era moabita. Ella se casó con uno de los hijos de Noemí. Murieron su marido, su cuñado y su suegro. Quedó viuda y desvalida. Noemí quedó sola con sus dos nueras. Una de ellas era Rut. ¿Pueden imaginarse ustedes una casa donde hay sólo tres mujeres viudas? ¡Qué lágrimas se habrán derramado en ese hogar!
Cuando Noemí decide volver a Israel, su patria, Rut le dice: "Yo no me quedaré aquí. Desde hoy, tu Dios será mi Dios; tu patria, mi patria. Me voy contigo". Y Rut llegó a Israel, y comenzó a recoger espigas en el campo de Booz, el hijo de Rahab. Booz, que era un hombre mayor, la miró con misericordia, y dijo a los hombres que cosechaban su trigo: "Dejen caer algunas espigas para que ella recoja. Ella cuida de su suegra. Ella decidió dejar su parentela, para venir a ampararse en el Dios de Israel". Rut era una mujer virtuosa.
Pero también tenía -aparte de su viudez-, otra razón para sentirse menoscabada: los moabitas no eran bien recibidos en Israel. Ellos eran descendientes de Lot. Ustedes recordarán la historia de Lot, quien luego de huir de Sodoma, se fue a vivir al monte, solo con sus dos hijas. Y esas hijas, que no tenían esperanza de tener marido, recurrieron a una estratagema para concebir de su propio padre. Dos hijos nacieron de esa relación incestuosa. Uno de ellos es el padre de los moabitas. Para nosotros decir hoy 'Rut la moabita' no significa mucho, pero en su tiempo, era un apellido ignominioso, un motivo de deshonra.
Y esta mujer, Rut, se allegó al Señor, y encontró misericordia. Dios miró sus lágrimas, la consoló, y le dio el mejor marido que una mujer de Israel podría haber soñado: Booz. Este marido no sólo era íntegro como hombre, sino además un hombre rico y piadoso. El Señor miró a Rut y la levantó del polvo. ¡Bendito es el Señor!
Hermanas mujeres, ¿ha habido lágrimas? ¿Ha habido sufrimientos? ¿Ha habido una ruptura de afectos? ¿Has tenido que sepultar a un ser querido? ¡Oh, mira cómo el Señor consoló a Rut! El Señor hoy te puede consolar a ti también, y levantar tu cabeza para siempre.

miércoles, 16 de marzo de 2011

El segundo hombre

"El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial, tales también los celestiales. Y así como hemos traído la imagen del terrenal; traeremos también la imagen del celestial" (1 Corintios 15:47-49).
No es la primera vez que el apóstol Pablo menciona a estos dos hombres: Adán y Cristo. Ya ha hecho un contraste previo en Romanos capítulo 5. Por ejemplo, en 5:17 dice: "Pues si por la transgresión de uno solo (Adán) reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia".
Dios da la salida
Aquí en 1 Corintios 15, el Espíritu Santo desea enseñarnos algo más, un principio espiritual que está en toda la Biblia.
Conociendo que en Adán heredamos el fracaso, nuestro personal fracaso y el de toda la humanidad, esta palabra nos muestra la salida, la corrección, la nueva oportunidad concedida por Dios mismo para todos los hombres; esto es, un 'segundo hombre'. Ante la desgracia del 'primer hombre', se levanta victorioso 'el segundo'.
Encontramos aquí un hombre terrenal y un hombre celestial. También están los (hombres) terrenales y los (hombres) celestiales. Y finalmente tenemos una imagen traída (pasado) del terrenal y una imagen que traeremos (futuro) del celestial.
Tenemos entonces dos hombres, dos caracteres y dos imágenes.
Esto es como conocer nuestra propia historia. En cierto sentido es la historia de la humanidad desde el punto de vista de Dios. Adán es el hombre creado a la imagen de Dios, que disfrutó de un breve período de comunión con su Creador, pero que a causa de su fracaso, junto a Eva fue expulsado del huerto. Esto debe haber sido en extremo doloroso para Adán, tanto que la Escritura prefiere ocultar aquellos sentimientos. Poco tiempo más tarde, ambos debieron enfrentar la tragedia del crimen de Caín sobre Abel sus amados hijos. Desde entonces la tierra ha sido manchada con la sangre derramada del hombre por el hombre.
Esto es el extremo del dolor, pero también están siempre presentes aquellas otras manifestaciones de la muerte, que son el odio, la envidia, los celos, la arrogancia y la soberbia de los hijos de Adán. No necesitamos leer toda la historia de la humanidad, ni estar al día con las noticias del mundo, para conocer las consecuencias de la caída. Basta con conocernos un poquito a nosotros mismos y muy pronto nos damos cuenta que todos hemos traído la imagen del hombre terrenal, algo de la maldad que condenamos en el resto de los hombres está de alguna manera (desgraciadamente), también dentro de nosotros.
Cual el terrenal, tales también los terrenales
El primer hombre representa el pecado, la desgracia, el fracaso del propósito de Dios con el hombre.
Gracias a Dios por el "segundo hombre", por Jesucristo hombre, gracias porque hay un varón aprobado por Dios, Pedro, el apóstol, hablando en su nombre y en el de Juan y Jacobo dice: "...nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia" (2 Pedro 1:17-18), este es el segundo hombre, el celestial, el que vino del cielo.
Según el relato hay, al parecer, dos razas, dos familias distintas, con dos orígenes distintos, que conviven hoy sobre la tierra. Pero, debemos entender, que una emerge de la otra. Puesto que todos hemos nacido 'en Adán', también todos tenemos la oportunidad de 'renacer en Cristo'.
En todos los creyentes hay estas dos realidades (estos dos mundos), estas dos naturalezas, la terrenal y la celestial, el primer hombre y luego el segundo hombre. Los terrenales estamos siendo transformados en celestiales.
Primero, antes de conocer la vida divina vivíamos pensando sólo en lo terrenal; ahora buscamos las cosas de arriba, suspiramos por las cosas eternas. O sea, estamos pasando "de Adán a Cristo", de haber sido meros hombres terrenales, ahora somos llamados hombres celestiales, que no solo somos participantes de un llamamiento celestial, sino más aun, poseemos una naturaleza nueva, celestial, divina, la vida de Cristo implantada en nuestro espíritu por el bendito Espíritu de Dios.
"Cual el celestial, tales también los (hombres) celestiales". De la misma manera como asociados con Adán nos perseguían todas sus nefastas características, ahora, asociados con nuestro Señor Jesucristo, hemos de seguir creciendo en El, como cuando un niño nace, crece y se desarrolla, hasta llegar a la madurez, esto se espera de un verdadero creyente, que pueda llegar el día en que se diga: "Cristo se está formando en este hombre". Algo de la mansedumbre y ternura de Cristo se está reflejando en él.
La palabra está llena de esperanza: traeremos también la imagen del celestial (15:49). Un día se contará la historia de nuestras vidas, se dirá, estos nacieron con una naturaleza maldita, corrompida, pero en un instante glorioso, vino a ellos una nueva naturaleza, superior a la primera, bendita, santa, celestial, y los transformó en hijos de Dios. La imagen de Dios que se había perdido en ellos a causa de la caída del primer hombre, ahora ha sido plenamente recuperada pues a tiempo, oportunamente se asociaron con el segundo hombre. Ahora traen la imagen del celestial (esto es la de Cristo mismo).
Ejemplos del Antiguo Testamento
Dos son los hijos más emblemáticos de Abraham, Ismael e Isaac. Dice en Génesis 21:9 que Ismael se burlaba de Isaac. Ismael era el hijo de la esclava de Abraham, y, como, tal no pudo heredar las riquezas celestiales que representaba Abraham. Isaac en cambio era hijo de 'la libre'Sara, dado a luz en la vejez de su madre, contra toda naturaleza. Isaac representa a Cristo, nacido no según lo normal, sino por un milagro y por una promesa de Dios.
La naturaleza antigua (adánica) 'se burla' de la nueva naturaleza, le causa molestia, no pueden convivir juntas, una debe ceder ante la otra. La carne debe ceder ante el espíritu. La epístola de Pablo a los Gálatas 4:30 que ampliamente aborda este tema, registra este hecho de Génesis: "Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre".
La Palabra nos dice a nosotros: "...despojaos del viejo hombre, que esta viciado conforme a deseos engañosos y vestíos del nuevo hombre…el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno" (Efesios 4:22-24; Colosenses 3: 9-10).
En Isaac, Dios se agradó del segundo hombre y lo bendijo.
Semejante es la historia de Esaú y Jacob. El primero era hombre de campo, diestro en la caza, pero el segundo era varón quieto, que habitaba en tiendas. El primero menospreció su primogenitura y la vendió al segundo. Mas tarde Esaú aborreció a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido y en su corazón se propuso matar a su hermano (Gén. 27:41).
Algo sabemos de los muchos tratos y disciplinas que Jacob tuvo que vivir, pero finalmente la bendición de Dios estuvo una vez mas sobre el segundo hombre. "A Jacob amé y a Esaú aborrecí", dijo Dios (Malaquías 1:2-3).
Antes de morir el anciano Jacob, su hijo José, el segundo hombre más grande de Egipto, trajo ante su moribundo padre a sus dos hijos para que los bendijese: Jacob, con gran sensibilidad espiritual, bendijo al menor, a Efraín, por sobre el mayor, Manasés, ante el reclamo de José, Jacob responde: "Lo sé, hijo mío, lo sé, pero su hermano menor será más grande que él" (Gén. 48: 13-19). Una vez más se cumple el principio espiritual, el segundo llegará más lejos que el primero.
Como la primera generación de israelitas que salieron de Egipto, figura de la carne, de la naturaleza adánica de la cual hay que despojarse, todos murieron en el desierto, excepto Josué y Caleb. La segunda generación en cambio, figura del segundo hombre, y figura de la resurrección (luego de pasar por la cruz representada por el río Jordán y por Gilgal), va mucho más lejos, conquista la buena tierra y agrada el corazón de Dios.
Más tarde, Saúl, el primer rey de Israel, este primer rey representa la rebeldía y la obstinación, fracasa estrepitosamente. Luego se levantará David, tipo de Cristo, un hombre quebrantado, que llora muchas veces en presencia de su Dios, este segundo hombre, sin ser perfecto, se humilló ante su Dios y vino a ser un tipo de Cristo y el Señor le concede la honra de que el Mesías de Israel, el Salvador del mundo, el Hijo de Dios, sea también llamado 'el hijo de David', 'la Raíz de David'. Una vez más Dios bendice y se agrada del 'segundo hombre'.
El primer hombre no llegará lejos
Ahora bien, nosotros hemos de saber discernir bien entre estos dos hombres. Sabemos que el primero no llegará lejos. La bendición está con el segundo. Tu vieja naturaleza no tiene futuro. Satanás esta tratando de engañar a muchos jóvenes, haciéndoles creer que serán mucho más felices alimentando su 'primera naturaleza' y muchos llegan a burlarse de la segunda, encuentran aburrido, sin gracia, sin brillo, el vivir en Cristo. Pero la Palabra de Dios sigue declarando: "En Adán todos mueren, en Cristo todos serán vivificados".
Hermano, ¿todavía estás viviendo en Adán? Te esperan dolores y fracasos. ¿Estás comenzando a vivir la nueva vida en Cristo? También te esperan dolores y fracasos, sólo que esta vez el resultado será que lograrás poseer la riqueza más grande del universo: la vida, el carácter y la imagen del 'Segundo Hombre'.
Si sigues viviendo conforme a la imagen del terrenal, tus alegrías serán pasajeras y tu insatisfacción será enorme. Aunque obtengas algún éxito, éstos serán mezquinos, 'con fecha de término', te durarán mientras tengas vida y salud. Y si fracasas, la derrota será muy amarga, los demás 'adanes' te abandonarán, el mundo suele ser muy cruel con los perdedores, a lo más los envía a la cárcel o a un asilo o a un centro de rehabilitación. ¿Y los amigos?, la gran mayoría de ellos estarán a tu lado mientras les alegras la fiesta; cuando ya no les sirvas de provecho te desecharán. ¿Es confiable un amigo sin Cristo en el corazón? (Testifico que a mis mejores amigos los he hallado sólo en Cristo).
Si vives, en cambio, buscando las cosas de arriba, alimentando la nueva vida en Cristo, asociándote con los que poseen una naturaleza renovada (¡poseyéndola tú mismo por supuesto!), creciendo en la obra del Señor siempre, tus alegrías se verán multiplicadas, y tus dolores muchas veces mitigados por la compañía de muchos otros que van corriendo la misma gloriosa carrera. Ésta no tiene fecha de término; lo que se vive en Cristo es para siempre, tiene el sello de lo eterno, nos preparamos ahora, en este escenario terrenal para reinar con Cristo por toda la eternidad, cuando toda la gloria de este mundo perezca, entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre (Mateo 13:43).
¿Estamos todavía enredados en el primer hombre?
Cuando los hermanos o el resto de los hombres nos miran, nos evalúan ("nos pesan"), ¿qué ven en nosotros? ¿Todavía nos ven batallando con la antigua naturaleza? ¿Todavía recurriendo a las astucias de la carne, a las habilidades mundanas para lograr nuestros propósitos? O, más bien, podrán ya decir: "¡Algo de la vida de Cristo, del Segundo Hombre se está comenzando a vislumbrar en la vida de este cristiano, de este creyente, de este siervo o sierva del Señor!".
¿Estamos todavía enredados en las marañas del primer hombre o ya estamos gozando de los frutos de la vida celestial conforme a la imagen del segundo hombre?
Cuando tratamos con un hermano, ¿tratamos con el primer hombre o con el segundo?
Finalmente, en esto se resume la obra de Dios, en pasarnos del primer al segundo hombre, de Adán a Cristo. De lo terrenal a lo celestial. Este es también el camino de la iglesia, de la tierra al cielo, de la carne al espíritu, de la niñez en Cristo, a la vida madura del discípulo tratado por el Señor.
¡Que todo lo terrenal sea restado de cada uno de nosotros, y que seamos hallados tan sólo en el segundo hombre, en Cristo, en el celestial, conformados a su imagen!
Padre, este es tu santo propósito, llévanos más y más de gloria en gloria en tu misma imagen, que aprendamos a hacer morir lo terrenal en nosotros y a llenarnos de tu Santo Espíritu, de tu vida y de tu gracia. Amén.

¿QUÉ ERA EL MANÁ?

El maná era un alimento del cielo. No hay en la tierra ninguna substancia natural conocida que encaje con todas las descripciones que se dan en las Escrituras para el maná, por lo que es imposible identificarlo con algo conocido.
El maná nunca fue sujeto a una determinada época del año, o de una ubicación particular en el desierto.
El maná aparecía en el suelo al evaporarse la capa de rocío que se formaba por las mañanas en el desierto. Se veía como una capa hojaldrada fina, como escarcha sobre la tierra, y se derritía con el sol, por lo que tenían que recogerlo de prisa y solo en una proporción aproximada para el consumo diario de una casa entera de acuerdo al numero de integrantes de la familia. La porción en promedio para una persona era de un omer, por lo que no se debía recoger ni más ni menos ya que aunque así lo hicieran milagrosamente se ajustaba el maná a la porción de un ómer por persona. El ómer equivale a unos dos litros
Nacar Colunga Exódo 16:16-18
Éxo 16:16 Esto es lo que Yahvé ha ordenado: Recoged cada uno de vosotros según precise para alimentarse, un “ómer” por cabeza, según el número de personas; cada uno recogerá para cuantos tenga en su tienda.”
Éxo 16:17 Los hijos de Israel no obedecieron, y recogieron unos más y otros menos.
Éxo 16:18 Pero, al medir luego con el “ómer,” hallaron que el que había recogido de más, no tenía nada de más, y el que había recogido de menos, no tenía nada de menos, sino que tenía cada uno lo que para su alimento necesitaba.
Hay versiones bíblicas que no traducen “ómer” o “gomor” sino que dan el equivalente:
Nueva Biblia de los Hispanos Éxo 16:16
"Esto es lo que el SEÑOR ha mandado: 'Cada uno recoja de él lo que vaya a comer. Tomarán como dos litros por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de ustedes tiene en su tienda.'"
Aunque la Biblia Latinoamerica es más esplendida al dar la equivalencia de un ómero o gomor a ¡Cinco litros!
(BL95) Yavé manda que cada uno recoja cuanto necesite para comer, alrededor de unos cinco litros por persona; y cada uno recogerá lo necesario para la gente de su tienda de campaña.
Si la porción diaria de maná no se consumía y se guardaba para el otro día, durante la noche desarrollaba gusanos y al dia siguiente ya estaba descompuesto.
Pero eso no sucedía con el omer adicional que se recogía el día viernes para comerlo el sábado. Con relación a que el maná no se formaba los días sábados para que los israelitas respetaran la observancia del sábado, es para mí la reafirmación de que el maná no era de origen terrestre.
Biblia de Jerusalén Éxo 16:23-27
él les respondió: «Esto es lo que manda Yahveh: Mañana es sábado, día de descanso consagrado a Yahveh. Coced lo que se deba cocer, hervid lo que se tenga que hervir; y lo sobrante, guardadlo como reserva para mañana.»
Éxo 16:24 Ellos lo guardaron para el día siguiente, según la orden de Moisés; y no se pudrió, ni se agusanó.
Éxo 16:25 Dijo entonces Moisés: «Hoy comeréis esto, porque es sábado de Yahveh; y en tal día no hallaréis nada en el campo.
Éxo 16:26 Seis días podéis recogerlo, pero el día séptimo, que es sábado, no habrá nada.»
Éxo 16:27 A pesar de todo, salieron algunos del pueblo a recogerlo el séptimo día, pero no encontraron nada.
Las escrituras describen al maná de color blanco como “la semilla del cilantro” y tenía el aspecto del bedelio, una sustancia transparente similar a la cera y su forma era parecida a la perla. El sabor que tenía el maná era pareciedo al de las tortas aplastadas con miel, o tortas dulces aceitadas.
Es increíble la descripción del color, aspecto, forma y sabor del maná. Más aún de lo que se podía hacer con el mismo, ya que permitía ser molido en molino de mano, o permitía ser machacado en un mortero, se podía hervir, se podía hacer tortas y hornearlas:
(JER) Núm 11:7 El maná era como la semilla del cilantro; su aspecto era como el del bedelio.
Núm 11:8 El pueblo se desparramaba para recogerlo; lo molían en la muela o lo majaban en el mortero; luego lo cocían en la olla y hacían con él tortas. Su sabor era parecido al de una torta de aceite.
¿Cómo es que hizo su aparición el maná en el campo bíblico?
Pues resulta que los israelitas, cuando fueron confinados a vagar por 40 años en el desierto por su falta de fe y confianza en Yehowáh, al estar a punto de entrar en la tierra prometida, empezaron a quejarse por todo, por lo que el altísimo permitió que los israelitas pasaran hambre como se relata en Deuteronomio 8:3; 16
(Jer) Deu 8:3 Te humilló, te hizo pasar hambre, te dio a comer el maná que ni tú ni tus padres habíais conocido, para mostrarte que no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de todo lo que sale de la boca de Yahveh.
Deu 8:16 que te alimentó en el desierto con el maná, que no habían conocido tus padres, a fin de humillarte y ponerte a prueba para después hacerte feliz.
Pero no se si sea ya por naturaleza humana y por lo mismo los israelitas no estuvieron exentos, pero resulta quellegó el tiempo en que se cansaron de comer el maná celestial, les llegó a hostigar y le llamaron “pan despreciable”, esta actitud no fue bien vista por el Eterno que como medida de apremio, permitió que serpientes venenosas llegaran al campamento israelita y les mordieran, causando la muerte a muchos incautos.
Núm 21:5 Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos habéis subido de Egipto para morir en el desierto? Pues no tenemos ni pan ni agua, y estamos cansados de ese manjar miserable.»
Núm 21:6 Envió entonces Yahveh contra el pueblo serpientes abrasadoras, que mordían al pueblo; y murió mucha gente de Israel.
El arrepentimiento del pueblo hacia Elohim, hizo que dictara a Moises medidas de apremio para salvar a los israelitas de las serpientes y para ello le pidió a Moisés esculpir una serpiente de bronce y colgarla en un madero y todo israelita que fuera mordido por una serpiente debía ver a la serpiente de bronce para quedar salvo. No se si había ciegos en el campamento de Israel ya que de ser así, ellos si que no pudieron salvarse.
El maná dejó de aparecer ya que a partir de esa experiencia el pueblo de Israel partió en su éxodo nuevamente hacia la tierra prometida ya que habían muerto para ese entonces toda le generación de israelitas que habín nacido en Egipto y que estaban acostumbrados a las comodidades por ello eran muy rebeldes para con Elohim por sus condiciones en el desierto. Ahora, a la nueva generación curtida en el desierto les esperaba la tierra de Cannán, que mana “leche y miel”.
El maná quedó como un recuerdo en el que el Todopoderoso alimentó a su pueblo con un pan del cielo en el desierto y en el Salmo 78:24 se le refiere como “el grano o trigo del cielo”
(BL95) les envió como lluvia maná para comida, les dio trigo del cielo.
Aunque es sorprendente la referencia al maná en el salmo 78:25
(DHH) ¡El hombre comió pan de ángeles! ¡Dios les dio de comer en abundancia!
Casi todas las versiones dan una idea similar:
(LBLA) Pan de ángeles comió el hombre; Dios les mandó comida hasta saciarlos.
(N-C) Comió el hombre pan de fuertes, y les dio comida hasta la saciedad.
(NBLH) Pan de ángeles comió el hombre; Dios les mandó comida hasta saciarlos.
Ya de plano la Biblia Palabra de Dios para Todos lo traduce:
(PDT) El pueblo comió la comida de los ángeles. Dios les envió suficiente comida para que quedaran satisfechos.

Juan, el Precursor...¡TÚ ERES PRECURSOR DE JESÚS!

Juan el Bautista es el precursor del Señor Jesucristo. Al observar su conducta, podemos obtener algunas claves de por qué fue elegido para labor tan importante, y cuál fue su conducta como fiel servidor de Dios.
En el capítulo 1 del Evangelio de Juan encontramos las palabras de Juan, y de entre ellas queremos destacar una frase que él dice tres veces: "Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo" (1:15). "Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado" (1:27). "Este es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo" (1:30).
En las tres frases, Juan repite la expresión "que es antes de mí" refiriéndose al Señor Jesucristo. Cuando algo en la Biblia se repite tres veces significa que es algo muy firme e importante. ¿Por qué esta reiteración en este caso particular?
Juan tiene muy claro –y así lo desea dejar de manifiesto– que entre él y el Señor Jesucristo había un mundo de diferencia; que aunque Juan venía primero, no era el primero. Antes bien, Juan no se sentía digno de desatar la correa de su calzado. Por eso, cuando le preguntan los sacerdotes si él era el Cristo, dijo claramente: "Yo no soy el Cristo". En otro lugar de este mismo evangelio, Juan el Bautista reitera la gran diferencia entre él, como precursor, y el Cristo: "El que de arriba viene, es sobre todos; el que es de la tierra, es terrenal, y cosas terrenales habla; el que viene del cielo, es sobre todos" (3:31). Aun siendo Juan el más grande hombre nacido de mujer, él sabía la diferencia abismal que hay entre la criatura y el Creador.
Juan era pariente del Señor en cuanto a la carne, lo cual podría haberle hecho presumir de alguna manera; sin embargo, él dice: "Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por esto vine yo bautizando con agua". ¿No le conocía? Como pariente probablemente sí; pero Juan sabía que eso no bastaba. El único que podía dar testimonio fehaciente acerca del Cristo era Dios mismo.
Esta es una lección muy grande para nosotros. ¡Cuántas veces hemos presumido de ser alguien, siendo nosotros indeciblemente menores que Juan! Si él, siendo pariente, no confía en sus percepciones espirituales para decir que lo conoce espiritualmente, ¿cuánto menos nosotros? Si él no se sentía digno de desatar la correa de su calzado, ¿qué queda para nosotros?
Después que Juan pasó, después que hubo cumplido su ministerio, quedó detrás de sí un fruto irrefutable, pues muchos vinieron al Señor, diciendo: "Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad" (Jn. 10:41). Juan no fue un hacedor de milagros; no fue un profeta espectacular como otros que hicieron muchas señales y portentos. Juan tenía sólo una misión: Hablar la verdad acerca de quién era Jesús. Y en eso fue fiel; disminuyendo y menguando él mismo cada vez, para que su Señor fuera exaltado. ¡Maravillosa y rara cosa es ésta, especialmente en nuestros días!

martes, 15 de marzo de 2011

ABRAHAM(El llamado)

Adán marcó el comienzo del plan de Dios con el hombre. Pero debido a que Adán fracasó, hubo un nuevo comienzo con Set. Set y su generación también fallaron. Luego vino Noé, con el mismo resultado. Así que Abraham es el cuarto, pero, gracias a Dios, con él el propósito de Dios puede avanzar. «Habiendo fracasado ya tres experimentos anteriores que hacía Dios con la raza perdida de Adán, entra aquí (con Abraham) en el cuarto sobre un pie totalmente distinto de los anteriores» (H. B. Pratt)1. Con él se inicia un movimiento definitivo hacia el establecimiento de la familia de Dios sobre la tierra. Con Abraham parte la elección de un pueblo para Dios, a través del cual vendría el Cristo 2.Este capítulo, y el siguiente, estarán centrados en Abraham, el «padre de todos los creyentes» (Romanos 4:11).3 Su figura resalta entre todas las demás del Antiguo Testamento, porque es el nombre que con mayor frecuencia pronuncia el Señor Jesús (Juan 8:56, 58). En tres ocasiones es llamado en las Escrituras «Amigo de Dios» (2 Crónicas 20:7; Isaías 41:8 y Santiago 2:23).
I. EL LLAMADO
Una respuesta insuficiente
La elección y el llamado de Abraham tiene un carácter único en todo el Antiguo Testamento. Es la primera reacción de Dios después de la caída. La salida de Abraham de Ur de los caldeos es uno de los hechos más gloriosos de los anales de la fe.4 El escritor de Hebreos lo resume muy bien en estas breves frases: «Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.» (Heb. 11:8). El llamado de Abraham fue un llamado a salir, a dar la espalda al mundo.
Aunque era grande el llamado, y más grande aun quien lo efectuaba, Abraham no era una persona excepcional. En una civilización idólatra como la caldea él también lo era (Josué 24:2).5 Era sólo una piedra tomada de la cantera del mundo (Isaías 51:1-2). Abraham estaba a gusto en esa cultura; sin embargo, Dios, en su soberanía le escogió como primicia y ejemplo de todos los hombres de fe que habrían de venir, hombres en los cuales él se agrada.
Abraham se diferenció mucho de Abel, Enoc y Noé. Éstos parecen haber sido hombres de decisión, notablemente distintos de los que les rodeaban. No fue así con Abraham. Él era un idólatra en una civilización idólatra.6 Pero la obra de Dios comenzó con tal hombre. Un hombre así convenía a la gloria de Dios, porque nunca se podría envanecer en su justicia ni en sus méritos, porque no los tuvo. Fue Dios, en su soberanía que le escogió, «no por las obras, sino por el que llama» (Rom. 9:11) 7.
El caminar de Abraham no estuvo exento de titubeos y tropiezos.8 Si confrontamos Génesis 11:31, 12:1 y Hechos 7:2-4 podemos ver una verdad muy importante en el comienzo de su carrera: los lazos familiares impidieron que Abraham respondiera completamente al llamado de Dios. En vez de tomar él la iniciativa, la tomó Taré y se enredó en Harán. Así, el que no fue llamado guiaba, y el que fue llamado le siguió. Así que, aunque fue llamado para trasladarse a Canaán, Abraham se quedó en Harán –un punto intermedio, «el último lugar de vida civilizada antes de adentrarse en el desierto arábigo» (Willmington)– hasta que la muerte rompió el lazo que le unía con su padre Taré.
Esto nos muestra que las influencias de la naturaleza son siempre contrarias a la realización de la vocación de un hijo de Dios, y por eso, hay que cuidarse de ellas. Si no estamos conscientes de la grandeza del llamado que hemos recibido, ellas nos llevan a contentarnos con menos de lo que Dios ha señalado para nosotros. (Ver Fil. 3:13-14). Sin embargo, Dios, que había llamado a Abraham a Canaán, no descansó mientras éste estuvo en Harán. (Pablo también oraba por los efesios para que avanzaran hasta el final en el conocimiento de su esperanza, de su herencia y del poder disponible para ellos; 1:15-22. En tanto, Oseas nos alienta a «proseguir» en el conocimiento de nuestro bendito Dios: 6:3).
Siendo Harán una estación no contemplada por Dios en el itinerario de Abraham, éste no recibió ninguna nueva revelación allí. Dios no nos dará ninguna nueva luz si no andamos en consecuencia con nuestro llamamiento.
Una segunda oportunidad
Pero Dios, que llama, es persistente, y cuando Abraham tenía ya setenta y cinco años, Dios le llamó por segunda vez (Gén. 12:1). Hasta aquí Abraham no había sido íntegro en su obediencia, pero Dios no le abandonó (Hech. 7:4), y le trajo a Canaán. Su llegada a Canaán tiene gran significado, porque era el poder de Dios que entraba a poseer la tierra. Donde Dios toma posesión, allí Abraham tiene su herencia.
Sin embargo, apenas Abraham entró en Canaán, su fe fue probada. La tierra no estaba en condiciones de ser disfrutada a discreción, porque allí habitaba el cananeo (12:6 b). Todo esto pudo hacerle dudar momentáneamente del llamamiento de Dios. Sin embargo, en seguida se renueva la promesa y su fe se fortaleció (12:7).
Abraham se estableció entre Bet-el y Hai, donde plantó su tienda y edificó un altar. Estos dos elementos hacen patentes los dos rasgos principales del carácter de Abraham, porque fue un adorador de Dios y un extranjero en el mundo.
Tres altares
En Canaán, Abraham edificó 3 altares. Ellos señalan los 3 puntos más importantes de la vida en la Tierra Prometida. Cada uno de ellos fue santificado por un altar. Veamos qué significa cada uno. (En lo referente a los altares seguimos a W. Nee, en Transformados en su semejanza, cap. 3).
a) Siquem (12:7): «Siquem» significa «hombro», que es el lugar de mayor fuerza del hombre. Canaán es el lugar de la victoria de Dios, donde los enemigos son echados definitivamente. Dios nos ha dado provisión en Cristo para que podamos estar plenos, satisfechos y fuertes.
b) Bet-el (12:8; 13:4): «Bet-el» significa «Casa de Dios». Pese a que podemos estar satisfechos y ser fuertes, aun podemos ser individualistas e independientes. Es necesario ver la Casa de Dios, es decir, la iglesia, el cuerpo de Cristo. Cuando la cruz ha operado en nosotros y somos alumbrados respecto del Cuerpo, entonces venimos a ser uno, y desaparece la vida individual. Siquem debe llegar a ser Bet-el.
c) Hebrón (13:18). «Hebrón» significa «una unión» o «comunión». Si Bet-el representa la vida del Cuerpo de Cristo, Hebrón representa el principio de vivir esa vida. Bet-el nos conduce a Hebrón. Sin comunión, los hijos de Dios no pueden avanzar mucho. Es preciso vivir la vida del cuerpo, es decir, dar y recibir, corregir y aceptar la corrección de los demás miembros.
Tres pruebas
En la vida de Abraham en Canaán hay tres altares, pero también hay tres pruebas, relacionadas con la tierra.
a) Egipto. A causa de que «hubo hambre en la tierra» (12:10), Abraham descendió a Egipto. 9 Allí, aunque se enriqueció, no tuvo altar, y más encima se enredó en su propio engaño, de tal suerte que fue reprendido por un incrédulo, y su misma esposa se vio expuesta a una vergüenza.10 Abraham no valoraba suficientemente a Canaán, porque no supo permanecer en el lugar donde Dios le quería. Abraham no había visto que su llamamiento estaba ligado a la tierra, y que debía permanecer en ella y guardarla. (Ver Isaías 31:1).11
Sin embargo, Dios en su misericordia le restauró a su misma condición anterior, en el mismo lugar, entre Bet-el y Hai (13:3-4).
b) Lot (Capítulo 13). Abraham había de sufrir una prueba todavía mayor que las anteriores por causa de su sobrino Lot. Es que, en cuanto a dejar a su parentela, Abraham nunca había obedecido completamente. Lot, que no seguía a Abraham guiado por una fe personal ni por un llamamiento, sino por un simple afecto familiar, tenía un corazón mundano.
Esto quedó en evidencia el día en que los pastores suyos litigaron con los de Abraham. Esta disputa no hizo más que sacar a luz la mundanalidad que había en Lot y la fe que había en Abraham. A la hora de escoger, Lot escogió la llanura, aparentemente la mejor parte; sin embargo, esto le trajo dolor al corazón y a la larga puso en peligro su propia vida. «Al principio, Lot miró hacia Sodoma. Más tarde, habitó en Sodoma. Estos fueron los pasos por los que este hombre y su familia fueron a una degeneración cierta y a la destrucción.» (Ch. F. Pfeiffer). Lot no era un llamado, sino un voluntario; y todos los que corren sin ser llamados, acaban por caer. Los Lot son figuras muy comunes en medio del pueblo de Dios. Cuando la marea de la fe sube, ellos se unen y reciben los beneficios de los verdaderamente creyentes, pero tarde o temprano su corazón queda al descubierto. Así sucedió con los extranjeros que salieron de Egipto con los israelitas y que les instigaron a pecar (Núm. 11:4), así aconteció con Ananías y Safira (Hechos 5:1-11) y con Simón el mago (Hechos 8:9-24).
Abraham, en cambio, dejó que Lot escogiera, porque confiaba en que Dios cuidaba de él. «La fe deja siempre a Dios el cuidado de fijar la herencia, como asimismo le encomienda a él la forma de ser introducido en la misma. La fe siempre queda satisfecha con la porción que Dios otorga, y puede decir: «Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado» (Salmo 16:6). (C. H. M.) «Quizá Lot tenía mejor tierra, pero Abraham tenía mejor título. Lot parecía tener el paraíso, pero Abraham tenía la promesa.» (M. Henry). La recompensa para Abraham fue inmediata, porque Dios le confirmó la promesa (13:14-15), y le libró de una compañía que era un estorbo para su caminar. Lot se fue acercando más y más a Sodoma (13:12), pero Abraham volvió a Mamre, donde edificó de nuevo altar a Jehová. (13:18).
c) La batalla de los reyes (Capítulo 14). Aquí tenemos a Lot en problemas. Lot representa aquí a los cristianos que se han mezclado con el mundo. Ellos, aunque no lo quieran, se ven envueltos en dificultades porque forman parte de un sistema gobernado por Satanás, y como éste los conoce, agita las aguas a su alrededor. Es doloroso para un hijo de Dios mezclarse con los hijos de este siglo.
Pero cuando Lot estuvo en problemas, Abraham intervino para socorrerlo. Le pudo ayudar porque él estaba separado del mundo y en comunión con Dios. Aunque Abraham no aprobaba la conducta de su sobrino, en la hora de necesidad, su amor permanecía intacto. «Aun cuando la verdadera fe nos hace independientes (del mundo), no nos hace nunca indiferentes; no se viste tranquilamente de vestidura abrigada mientras el hermano sufre de frío.» (C. H. M.)
Luego de la victoria, Abraham es bendecido por Melquisedec y es tentado por el rey de Sodoma. Sin embargo, la bendición de Melquisedec le prepara bien para vencer la tentación 12. ¿En qué consistió esta tentación? En aceptar el ofrecimiento del rey, una recompensa por la victoria.
Abraham no podía aceptar nada procedente de una ciudad corrupta. La fuente de su prosperidad y riqueza era Dios, y no rebajaría su dignidad ante un rey perverso que le ofrecía el mundo. Había recibido el pan y el vino, así que estaba saciado. Quien ha comido de Cristo no tiene necesidad; está completo y puede desechar el engaño de las riquezas.
Así, la mayor batalla que hubo de enfrentar Abraham no fue ante Quedor-laomer, sino ante el rey de Sodoma. Aquél era como un rugido de león; pero éste era como el silbido de una serpiente. El encuentro con Melquisedec –en figura, Cristo– y su ofrenda le fortalecieron para tal batalla.
Un hombre bendecido por Dios no necesita lo que le puede ofrecer el enemigo.
***1 Algunos comentaristas hablan de tres comienzos: con Adán, Noé y Abraham.
2 Es posible reconocer también otros propósitos para la elección de Israel, como, por ejemplo, recibir y preservar la Palabra de Dios, y ser luz para el oscuro mundo del Antiguo Testamento – durante unos diez siglos.
3 El libro de Génesis abarca un período de 2.350 años. Los primeros 11 capítulos que describen la creación del universo, la caída, el diluvio y la torre de Babel, cubren un período de 2.000 años. Los restantes 39 capítulos se centran y se ocupan de Abraham y su simiente, abarcando unos 350 años. En otras palabras, Dios nos da más detalles acerca de Abraham que acerca del origen del universo. (H. L. Willmington, op. cit).
4 La ciudad de Ur, también llamada Mugheir era una ciudad antediluviana, destruida por el diluvio y reedificada después. Poco antes de Abraham llegó a ser la ciudad más espléndida del mundo: centro de manufactura, agricultura, y comercio marítimo, en una tierra de fertilidad y riqueza fabulosas. Cerca del tiempo de Abraham fue eclipsada por Babilonia; no obstante, siguió siendo ciudad de importancia hasta mucho después. (Halley, op. cit).
5 Ur era ciudad babilónica, y Babilonia tenía muchos dioses y diosas. Se adoraban el fuego, el sol, la luna, las estrellas y diferentes fuerzas de la naturaleza. Nimrod fue reconocido como la deidad principal. La forma más común de su nombre era Marduk. «Sin», dios de la luna, era la deidad principal de Ur, la ciudad de Abraham. Su esposa, Ningal, (o Ishtar) era adorada en cada ciudad como diosa madre. Era la deificación del sexo; por lo cual, en su honor, se requería el libertinaje. (Halley, op. cit.).
6 En sus tradiciones, los judíos afirman que Taré era un fabricante de ídolos, pero que su hijo Abraham tenía desde muchacho celo contra la idolatría, rompiendo y burlándose de los ídolos fabricados por su padre. En la creencia de ellos, fue por sus virtudes que Abraham se hizo depositario de las promesas y esperanzas del género humano. «Todo lo cual es característico del amor propio de los judíos y de su apego a la justicia propia, que motivó el rechazamiento de la de Cristo (Rom. 10:3); y es también contrario al evangelio, y a las enseñanzas de la Palabra (Romanos 4:1-8). (H. B. Pratt, en Estudios críticos y aclaratorios sobre la Santa Escritura, Tomo I, El Génesis).
7 Watchman Nee, en su libro Transformados en su semejanza, traza un delicado perfil de Abraham, Isaac y Jacob, como símbolos de tres realidades espirituales comunes a todos los cristianos. (Ver en el Anexo, parte de este libro, en lo relativo a Abraham como elegido de Dios).
8 Alguien ha dicho hermosamente que la fe de Abraham, siendo tan preciosa, fue en el comienzo como un delgado hilo de plata, apenas perceptible.
9 Al revisar el registro que hace la Escritura del episodio de la vida de Abraham vivido en Egipto, nos hace bien recordar lo que, al respecto, dice el comentarista Matthew Henry: «La Escritura es imparcial al referir los pecados de los más celebrados santos, cosas registradas allí, no para nuestra imitación, sino para nuestra admonición, de que «el que piensa estar firme mire que no caiga.»(1 Co. 10:12).
10 Al parecer, Génesis 12:19 es un versículo de difícil traducción. La versión Reina Valera 1960 traduce: «¿Por qué dijiste: Es mi hermana, poniéndome en ocasión de tomarla para mí por mujer?». En tanto, la Biblia de Jerusalén traduce: «¿Por qué dijiste: Es mi hermana, de manera que yo la tomé por mujer?». De igual modo traduce la Versión Moderna de H. B. Pratt.
11 Notemos algunos resultados trágicos de la desobediencia de Abraham:

1. Entristeció a Dios. Nuestros pecados siempre lo hacen. (Sal. 78:40; Ef. 4:30).
2. Debilitó su propia fe, porque más tarde volvió a mentir por causa de su esposa (Gn. 20).
3. Fue un mal testimonio para Lot.
4. Fue el causante de que Faraón sufriera. (Gn. 12:7).
5. Tomó a Agar como criada de Sara su mujer (Gn. 16:3).
6. Proveyó de un mal ejemplo para su hijo Isaac, quien habría de caer también en la misma falta. (H. L. Willmington, op. cit.).

12 Melquisedec (que significa «mi rey de justicia»), era rey de Salem (que significa «paz»), y «sacerdote del Dios Altísimo» (Gn. 14:18) . Era un tipo de Cristo en su sacerdocio y majestad y en sus dones de justicia y paz. Estas cuatro palabras expresan perfectamente la obra redentora y la gracia de Jesús. (A. B. Simpson, op. cit.).

ANEXO: Abraham, la elección de Dios
Cuando estudiamos la vida de Abraham encontramos el primer ejemplo de un hombre elegido por Dios. Abraham era un idólatra, pero Dios lo eligió. «Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor; y servían a dioses extraños. Y yo tomé a vuestro padre Abraham del otro lado del río, y lo traje por toda la tierra de Canaán, y aumenté su descendencia, y le di Isaac» (Jos. 24:2, 3). Sí, Dios tomó a este idólatra, lo prendió y dijo: «Es mío». Según su voluntad lo eligió. Hoy día todo el pueblo de Dios es así. Ellos han respondido a su amor, han gustado de su salvación, y ahora encuentran que son sus escogidos. Dios posee un pueblo cuyo origen proviene precisamente de su elección.
Por supuesto, Abraham no era aún una nación, ni lo era Isaac. Tampoco lo fue Jacob, hasta que llegó a ser Israel. Cuando Israel fue llamado a salir de Egipto, recién entonces Dios tenía un pueblo que era de su posesión. Por tanto, puede decirse que el pueblo de Dios tuvo dos comienzos: uno en Abraham el hombre, y otro en Israel la nación....
Dios es el verdadero Origen, de donde proviene toda su nueva creación. Podríamos con justicia citar aquí las palabras del Señor Jesús quien dijo: «Mi Padre hasta ahora trabaja y yo trabajo». Esta es una lección que todos debemos aprender, que nada podemos iniciar por nuestra cuenta. Es únicamente Dios el que comienza todo (Gn. 1:1; 1ª Ped. 1:3-5). Aunque esto hiere nuestro orgullo, el día que lo comprendamos verdaderamente será un día de gozo para nosotros. Significa que, en cuanto concierne a los valores eternales, hemos comprendido que todo es de Dios.
Abraham era igual a sus vecinos, un idólatra. En tales circunstancias Dios lo escogió. Abraham no tuvo un principio propio. Dios tomó la iniciativa y nada es más precioso que la soberanía de Dios. Abraham nunca pensó en Canaán como su meta. Él salió sin saber a donde iba, pero respondiendo al llamado de Dios.
¡Dichoso el hombre que no sabe! Este hombre aun levantó su tienda «sin saber a dónde iba». Cuando realmente comprendemos que Dios es el Origen de todo lo importante de en la vida, ya no estaremos tan seguros de nosotros mismos y de lo que haremos. Gozosamente diremos: «Si el Señor lo permite».
Aun el hijo de Abraham vino de Dios; tenía que ser dado de una manera especial. Nada de lo que tuvo su origen en Abraham mismo, incluyendo su otro hijo Ismael, podía servir para el propósito de Dios. Abraham aprendió que Dios era el Padre, la Fuente, el Origen de todo, que sin Él no hay nada. A menos que Dios obre, nosotros no podemos hacer nada. Al aprender esta lección, comenzamos a ser «el pueblo de Dios».

Cilantro relacionado con el mana num 11:7

Cuando el pueblo de Israel vagaba en el desierto y recibió maná por alimento, lo describieron como semilla de culantro: “Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. El pueblo se esparcía y lo recogía, y lo molía en molimos o lo majaba en morteros, y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo. Y cuando descendía el rocío sobre el campamento de noche, el maná descendía sobre él” (Nm. 11:7-9).
Desde entonces, el culantro, también conocido como «cilantro», ha sido llamado «el curandero del cielo». El cilantro es una planta anual de la familia de la zanahoria o del perejil y tiene pequeñas flores blancas o rosadas en ramos. El fruto consiste de semillas entre grisáceas y blancuzcas. Crecía silvestre a través del territorio de Egipto, Palestina antigua y otros países en la región. Las semillas tienen un aroma agradable. Son usadas como especias para pasteles, carnes, dulces, ensaladas, sopas y vinos.
Es muy probable que esa gente de los primeros tiempos no sufriera de indigestión porque por siglos usó el cilantro como tratamiento para enfermedades menores del estómago. A diferencia de la mayoría de las medicinas para los problemas digestivos, el cilantro tiene buen sabor y olor. Se recomienda para la indigestión, flatulencia y diarrea. Externamente se usa para suavizar los músculos y para el dolor en las articulaciones. Recientemente los científicos comenzaron a examinar el cilantro como un tratamiento antiinflamatorio para la artritis. Otras investigaciones han demostrado que reduce los niveles de azúcar en la sangre lo cual puede ser de ayuda para los diabéticos.
bedelio

Gomorresina de color amarillo, gris o pardo y sabor amargo, procedente de árboles burseráceos que crecen en las Indias Orientales y entra en varias preparaciones farmacéuticas.

Significado del numero 4(es importante escudriñen en las escrituras)

Fuerte sentido del orden y los valores. Es el signo de lo práctico, la lealtad, la rigidez y la represión. También es símbolo de la creación, de la lucha contra los límites, de la mentalidad científica, la atención al detalle, capaz de alcanzar logros importantes y con ingenio para la organización. Finas habilidades administrativas.
Aquellos llamados a tener y dentro del respeto a la ley el orden y la justicia en general. Su actuación en la legalidad les proporciona autoridad personal, el cumplimiento de sus obligaciones y el logro de éxitos y puestos de responsabilidad en las más altas esferas de la sociedad.
En el lado negativo: falta de imaginación, atrapado por el detalle, testarudo y de opiniones fijas, discutidor, lento a la hora de actuar, demasiado serio y en ocasiones confuso.
Compatibilidades del 4 (cuatro)
El 4 es compatible con el 4: pese a la igualdad de planteamientos, hay garantía de éxito en la relación.
El 4 es compatible con el 9: es una alianza de inteligencias, de compatibilidad de pensamiento.

sábado, 12 de marzo de 2011

Los días, más cortos

El terremoto de ayer desplazó el eje de la tierra, dicen expertos
Como ocurrió con los dos grandes terremotos que han sacudido a la Tierra en los últimos años -el de Sumatra en la Navidad de 2004 y el de Chile de mediados de 2010-, el registrado en Japón desplazó el eje planetario, lo que tendrá consecuencias en una menor duración de los días.
Según un estudio premilinar del Instituto Nacional de Geofisica y Vulcanología de Italia, el eje "de figura" de la Tierra "se movió unos 10 centímetros".
Los especialistas italianos afirman que ese desplazamiento habría sido mayor que los registrados con los terremotos registrados en Sumatra en 2004 y en Chile en 2010.
El eje "de figura" de la Tierra, explican los expertos, es la línea en torno a la cual está equilibrada la masa del planeta y no es lo mismo que su eje Norte-Sur de polo a polo, pues ambas líneas están separadas por 10 metros.
En su momento, Richard Gross, científico de la NASA, afirmó que el terremoto de 8.8 grados que sacudió Chile a mediados de 2010, movió el eje terrestre, causando que la duración del día se acorte.
"Los terremotos suelen provocar levantamientos de miles de kilómetros de roca, cambiando la distribución de la masa planetaria. Esto afecta a la rotación de la Tierra", dijo en agosto pasado Richard Gross.
Precisa que los grandes terremotos compactan la Tierra, la hacen más ligera y por eso su rotación se acelera y, en consecuencia, los días se hacen más cortos, aún cuando los humanos no lo perciban.
Debido al terremoto de Chile, Gross dijo que la duración del día debió haberse acortado por 1.26 microsegundos (millonésimas de segundo).
Richard Gross dijo que eso ocurrió con el terremoto registrado en Sumatra en la Navidad de 2004 y que también estuvo acompañado por un tsunami, que modificó el trazo costero de esa parte de Asia.
Ese terremoto, dijo Gross, acortó la duración del día en tres microsegundos. Es decir, los fenómenos de Sumatra y Chile han ocasionado que los días sean más cortos en casi 4.3 microsegundos, más lo que le agregue el reciente terremoto japonés.
"No hay dudas. El terremoto que causó la marejada hizo vibrar la Tierra como si fuera una campana", señaló el experto.
Otro fenómenos que ocasiona el desplazamiento del eje terrestre es el cambio climático. Un estudio realizado el año pasado determinó que el deshielo de los polos podría causarlo también.
Un trabajo publicado en Geophysical Research Letters da cuenta que nuestro planeta modificaría su inclinación en el próximo siglo, con impacto en la duración del día. El polo norte, por ejemplo, se está desplazando lentamente en dirección hacia la línea de longitud 79 ° W, que pasa a través de Toronto y Ciudad de Panamá, a un ritmo promedio de unos 10 centímetros al año.

viernes, 11 de marzo de 2011

El tsunami en directo: Japón espera una cifra «extremadamente alta» de muertos

El sismo es el más fuerte que ha afectado a está nación en su historia. El terremoto fue seguido por unas 50 réplicas y causó un tsunami. Un balance previo reporta cerca de 1,000 víctimas y 700 desaparecidos.
Un terremoto de 8.9º Richter y un tsunami causaron ayer en Japón un saldo de más de 1,000 muertos y un peligroso accidente nuclear. Tras el sismo más fuerte en la historia del país, el Gobierno decretó la alerta atómica ante el riesgo de una fusión en una central nuclear. Previamente, olas gigantes alcanzaron la costa arrasando camiones, edificios y personas. En al menos 20 países que dan al Pacífico, las personas fueron evacuadas por la alerta de tsunami.
La dimensión de la catástrofe se fue haciendo evidente poco a poco. La cifra de muertos ascendía ayer, hasta el cierre de esta nota, a más de 1,000, informó la agencia de noticias japonesa Kyodo. Solo en la ciudad de Sendai –con una población de un millón de personas–, en la costa noreste, fueron localizados entre 200 y 300 cadáveres.
El número de desaparecidos alcanzaba los 673 y el de heridos 991, según el balance del sábado a las 6:45 (local). Había dificultad de reunir los datos porque las zonas afectadas también están incomunicadas.
El terremoto, con magnitud de 8.9° golpeó a las 2:46 de la tarde de ayer (hora local), y fue seguido por más de 50 réplicas, casi todas con magnitud superior a 6.0º, originando un tsunami con olas de hasta 10 metros. El epicentro del movimiento se localizó 24.4 kilómetros bajo el fondo marino, 130 km al este de Sendai.
En el centro de la capital, varios enormes edificios oscilaron con fuerza varios minutos; mientras los empleados salían a las calles. Las televisión mostraba un edificio en llamas y enormes nubes de humo en el distrito de Odaiba.
Treinta minutos después del temblor, varios altos edificios seguían oscilando en Tokio, mientras dejaron de funcionar los sistemas de telefonía móvil. Más de cuatro millones de viviendas se quedaron sin electricidad.
Las autoridades cerraron el metro y los aeropuertos de la región. La compañía ferroviaria East Japan Railway señaló que el tránsito fue suspendido en gran parte del noreste, entre otras vías en la del “tren bala”, el Shinkansen.
La Guardia Costera de Japón estableció a un grupo especial y sus funcionarios están pendientes de emergencia, dijo el oficial Yosuke Oi, de la institución.
“Me temo que pronto sabremos de daños, debido a que el sismo fue muy fuerte”, dijo. Jefferies International Limited, un banco de inversiones global, estimó las pérdidas en unos $10,000 millones.
En la provincia de Nagano, un temblor de 6.6º Richter sacudió la tierra a las 03:59 de la madrugada local del sábado. Sin embargo, no se emitió alerta de tsunami.
En Honshu, la principal isla japonesa, se desplomaron edificios y olas gigantescas arrastraron a personas, automóviles y casas. Varias fábricas se incendiaron. Dos trenes de pasajeros desaparecieron y se desconoce cuántas personas viajaban en ellos.
Además, olas de hasta 10 metros inundaron zonas costeras, el puerto y varias localidades pesqueras en Sendai y alrededores. Las autoridades llamaron a los habitantes de la región a trasladarse a zonas más elevadas o a pisos superiores en los edificios. Varios ríos se desbordaron. Según la Policía, la corriente arrastró también a un barco con unas 100 personas.
Muchas víctimas son gente mayor, en lugares de acogida muchos intentan consolar a sus abuelos, a los que envuelven en mantas. En la mayoría de lugares hacía frío, y en otros había nevado.
El Ministerio del Interior reportó cerca de 100 incendios en distintas ciudades. Las fuerzas de rescate intentaban brindar agua, alimentos y medicamentos.
Ayuda internacional
El gobierno de Tokio pidió a sus aliados de EUA que los apoyen con sus soldados desplazados en la zona. El primer ministro, Naoto Kan, pidió calma a sus compatriotas y dio su pésame a los afectados.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció el envío de un segundo portaaviones, entre otros materiales, a Japón.
Tokio pidió ayuda urgente a la Unión Europea (UE) para rescatar a las víctimas bajo los escombros.
La comunidad internacional se solidarizó con Japón, afectado por el peor sismo de su historia.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) hará “todo lo que sea posible”, y puso en alerta a 62 equipos de búsqueda y rescate.
El presidente salvadoreño, Mauricio Funes, expresó su pesar y solidaridad por el terremoto. Y la Asamblea Legislativa nacional, que reanudó ayer su plenaria, brindó un minuto de silencio para solidarizarse con el archipiélago.

jueves, 10 de marzo de 2011

El lenguaje del Reino

Efesios 1:15-23
Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
- Jesús declaró que cosas mayores haríamos.
Juan 14:12
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
Jesús, por ejemplo, usaba mucho el poder que había en sus palabras.
* La maldición de la higuera
* Los enfermos sanados por la palabra (Mateo 8:8 - Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente dí la palabra, y mi criado sanará.)
(Salmo 107:20 - Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.)
* Los endemoniados liberados por la palabra (Mateo 8:16 - Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos)
- La autoridad de Dios en mi puede afectar a toda una nación.
Proverbios 11:11
Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada.
- La fe es la garantía de las cosas que están delante de nosotros.
Hebreos 11:1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
- Dios llama las cosas que no son, como si fuesen. Llama a lo muerto, vivo.
Romanos 4:17 (NVI)
Delante de Dios, tal como está escrito: "Te he hecho padre de muchas naciones." Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son (que no existen) como si ya existieran.
- Lo que vemos fue hecho de lo que no se ve. Lo espiritual tiene ingerencia sobre lo físico.
Hebreos 11:3
Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
- Tenemos que mirar lo que no se ve, esto se logra por la fe.
2 Corintios 4:18
No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Terremoto de magnitud 7,3 sacude el noreste de Japón

Tokio (dpa) - Un terremoto de magnitud de 7,3 sacudió hoy la región noreste de Japón, sin que se registraran víctimas o daños materiales, informaron la Agencia Meteorológica y la policía niponas.
El sismo se produjo a las 11:45 horas (02:45 GMT) y motivó una alerta por tsunami emitida por la Agencia Meteorológica, que advirtió de que una ola de unos 50 centímetros llegaría a las costas de la región. La alerta fue levantada a las 02:50 horas (05:50 GMT).
El hipocentro del terremoto se ubicó a una profundidad de diez kilómetros bajo el suelo marino, a 160 kilómetros de la costa de la península de Ojika. El sismo también se sintió en Tokio.

Terremoto en China causa 24 muertos y unos 200 heridos

Pekín, 10 mar (DPA). Un terremoto de magnitud 5,8 causó hoy al menos 24 muertos y unos 200 heridos, 30 de ellos de gravedad, en la provincia de Yunnan en el suroeste de China, cerca de la frontera con Myanmar, informó la televisión estatal en Pekín.
Más de 1.200 casas se derrumbaron y otras 17.000 quedaron dañadas por efecto del movimiento telúrico, que se registró durante la madrugada, según informó el Ministerio de Administraciones Públicas.
En las calles muchos heridos recibían tratamiento médico de urgencia. A su vez, equipos de salvamento trabajaban a contrarreloj para rescatar a supervivientes bajo los escombros. De momento se han recuperado ya numerosos cadáveres.
El sismo dañó también las redes telefónicas dejando incomunicadas a numerosas personas, indicó Liu, citado por la agencia estatal de noticias Xinhua.
El gobierno chino movilizó a casi 1.000 soldados para que participen en las labores de rescate y envió a la zona del desastre 8.000 tiendas de campaña, así como frazadas, ropa y ayuda humanitaria.
De acuerdo con la agencia Xinhua, unos 28 millones de personas se vieron afectadas por el terremoto. La localidad de Lameng, en la que se localizó el epicentro, quedó destruida en alrededor de un 80 por ciento.
En la región de Yingjiang se producen a menudo terremotos. En los últimos dos meses se registraron más de 1.200 pequeños temblores de tierra, indicó Xinhua

miércoles, 9 de marzo de 2011

TIEMPOS DE VIOLENCIA, TIEMPOS DE NOE

The Economist Intelligence Unit un estudio publicado hoy el ranking 121 países por su "ausencia de violencia". Los 24 indicadores incluyen factores internos y externos, tales como los niveles de violencia dentro de un país, el crimen organizado, el número de personas en la cárcel, y los gastos militares.
Un número de premios Nobel, como Joseph Stiglitz, con el respaldo el estudio, que el nombre de Noruega y Nueva Zelanda  que la mayoría de personas son pacíficas e Irak y Sudán como mínimo.