domingo, 16 de enero de 2011

Jezabel apocaliptico

En Apocalipsis 2:18-20 leemos lo siguiente:
Y escribe al ángel de la iglesia en Tiatira. El Hijo de Dios, el que tiene ojos como llama de fuego, y pies semejantes al bronce bruñido, dice esto: Yo conozco tus obras, y amor, y fe, y servicio, y tu paciencia, y que tus obras postreras son mayores que las primeras. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los idolos.
Para poder comprender el efecto destructor de Jezabel, debemos comenzar diciendo primeramente que era un espi­ritu del diablo, que atacba a la Iglesia de Tiatira. Muchos en este punto se confunden y preguntan: ¿Como puede ser posible que el diablo pueda estar dentro de una Iglesia local cohabitando a la vez con la presencia de Dios?
En la Biblia encontramos a Jesús ministrando en la Sinagoga y leemos en Lucas 4:31-37 que dentro de ese lugar, considerado el lugar donde el pueblo hebreo se reuní­a para buscar de Dios y aprender de la Palabra de Dios, hubo lo que hoy conocemos como un caso de liberación.
Jesús no le liberó en las calles sino dentro de la Sinagoga (para nosotros hoy serí­a una figura de lo que conocemos como iglesia. Luego en el libro de Hechos 5:1-11, sucede algo diferente, pero similar, en la actividad diabolica dentro de una iglesia.
Por lo que leemos del pasaje se entiende que Ananias y Safira eran parte de la congregación y que por su desobediencia, le dieron lugar al enemigo, de tal manera que Pedro le dijo a Ananias en el v.3 ¿Por qué llena satanás tu corazón para que mintas al Espí­ritu Santo? La respuesta de Pedro nos da luz para poder darnos cuenta que el enemigo no respeta carteles religiosos, ni credenciales ministeriales, ni nada de lo que conocemos religiosamente.
Cualquiera que se descuida, y desobedece, le da lugar al enemigo para que robe, mate y destruya. Juan 10:10.
Volviendo al tema de Jezabel, no era una persona sino un espí­ritu inmundo que habitaba en ciertas personas. En el Antiguo Testamento tenemos datos acerca de Jezabel para saber como este espí­ritu opera contra la Iglesia de Cristo.
Cuando hablamos de Jezabel, decimos el espí­ritu de Jezabel, porque no puede ser posible que la mujer Jezabel del Antiguo Testamento, cientos de años despues, haya sido la misma Jezabel operando ahora contra la iglesia de Tiatira. Esto no puede ser cierto en el caso de una persona, pero si de los espí­ritus, pues son incorporables y no estan limitados por el tiempo.
Veamos a continuación cuales son las características del Espí­ritu de Jezabel, tomando como base algunos pasajes del Antiguo Testamento y el del Apocalipsis:
1. Manipulación, control y Soborno.
En 1 Reyes 16:31 leemos que ella era la esposa del Rey Acab, al cual dominaba completamente. 1 Reyes 21:4-16. El cedia su autoridad ante ella.
2. Rebeldía y Orgullo. Se oponía y odiaba a toda autoridad espiritual delegada de Dios, especialmente a los profetas. 1 Reyes 18:4-13.
3. Tenia una compañí­a de ochocientos cincuenta profetas adoradores de Baal. Viene siempre acompañada de otros espí­ritus malignos asociados con ella. 1 Reyes 18:19.
4. Amenazaba a todo el que se le oponía. 1 Reyes 19:1-3.
5. Siembra desaliento y desanimo. 1 Reyes 19:4.
6. Se mueve juntamente con un espí­ritu de seducción. Ap. 2:20.
Ahora bien, ¿Para que viene el espí­ritu de Jezabel contra la Iglesia de Cristo?
El espí­ritu de Jezabel, así­ como en el pasado se levantó contra el ministerio profético de Elí­as, hoy también se levanta contra el mismo Espíritu Profético enviado de parte de Dios para guiar a la iglesia por el verdadero camino.
El Espí­ritu profético de Elías sigue vigente hoy por ser algo proveniente del Espíritu Santo de Dios. Este representa el Esprítu de Dios que nos conduce al arrepentimiento y a la humillación.
Entonces, existe una lucha espiritual entre el espíritu inmundo de Jezabel contra el Espíritu profético del Espíritu Santo, representado en la figura de Elí­as, para dar a entender un mover de Dios, de santidad contundente, temor de Dios y fuego espiritual.
El espí­ritu inmundo de Jezabel ha operado a través de los tiempos:
1. Ataca la Unción profética de Elí­as. 1 Reyes 19:1-3, al cual amenazaba de muerte y sembraba en él desanimo y desaliento
1 Reyes 19:3-4.
2. Atacaba la Unción profética de Juan el Bautista.
Juan el Bautista vino con el espí­ritu profético de Elí­as. Malaquias 4:5-6; Lucas 1:16-17; Mateo 17:11-13. Cuando Juan confrontaba al espí­ritu de seducción fue a parar a la carcel. Marcos 6:17-19. ¿Qué le sucedia a Juan estando en la carcel? Lo mismo que a Elí­as: Un espí­ritu de desanimo y desaliento lo atacaba. Mateo 11:2-3. El mismo Jesús, cuando se refiria a Juan el Bautista lo asociaba con Elí­as. Mateo 11:9-14.
El ataque del espí­ritu de Jezabel viene contra aquellas iglesias en las cuales Dios ha derramado Unción profética para romper los yugos del diablo. Isaí­as 10:27. Gloria a Dios que el Señor nos da de su Unción profética precisamente para vencer al espíritu inmundo de Jezabel, no tolerarlo, ni para que haga de las suyas, como lo hizo con la iglesia de Tiatira!
En el Antiguo Testamento el espíritu de Jezabel dominaba al Rey Acab, tenía dominados a los ochocientos cincuenta profetas de Baal, y en el Nuevo Testamento vemos como dominaba al Rey Herodes y luego también dominaba a la iglesia de Tiatira. Con el propósito de contrarrestar y vencer a este espí­ritu inmundo, en el Antiguo Testamento Dios derramó de su Espí­ritu profético sobre Elí­as, luego sobre Jehú y en el Nuevo Testamento lo hizo sobre Juan el Bautista y hoy lo sigue haciendo a travéz de los cinco ministerios establecidos en Efesios 4:11.
Dios levantó a Jehú para destruir a Jezabel. En 1 Reyes 19:16 leemos:
A Jehú ungirás por rey. La Unción del Espí­ritu Santo nos sirve también para vencer y reinar sobre los enemigos de Dios.
En 2 Reyes 9, vemos al profeta Eliseo (el cual tenia la Unción profética de Elías), el cual envió a uno de los hijos de los profetas para ungir a Jehú. 2 Reyes 9:6.
Jehú fue a enfrentar el espí­ritu de Jezabel con la Unción del Espíritu Santo. 2 Reyes 9:22, la enfrentó (9:31); y luego la Biblia dice que los eunucos la tiraron por la ventana hacia abajo (9:33) para que posteriormente Jehú la atropellara y pisoteara con su caballo.
¿Por qué los eunucos fueron los que inicialmente tomaron a Jezabel y la tiraron abajo? En (9:30) leemos que Jezabel se pintó los ojos y atavió su cabeza.
Esto representa el despliegue de un espíritu de seducción contra sus atacantes para dominarlos. Con los eunucos no pudo hacerlo, pues ellos no podían ser seducidos por su inmoralidad.
Todo el que Venciere el espí­ritu inmundo de Jezabel, heredará la estrella de la mañana y recibirá autoridad sobre las naciones.
Finalmente la perversa y seductora Jezabel fue arrojada por una ventana y así murió y los perros lamieron su sangre.
Así mismo debemos sacar y echar fuera ese espíritu inmundo, que está provocando tanto mal en las iglesias.
Promoviendo la apostasia, el libertinaje y la lujuria, en efectos como el maquillaje, prendas, pantalones, mini-faldas etc.etc.

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