jueves, 20 de enero de 2011

La gracia de Dios

“Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, y ABUNDANTE GRACIA era sobre todos ellos” (Hch 4:33).
“De allí [Atalia] navegaron a Antioquia, desde donde habían sido ENCOMENDADOS A LA GRACIA DE DIOS para la obra que habían cumplido” (Hch 14:26).
¿Por qué la iglesia de Dios era tan importante en la experiencia de los cristianos primitivos? ¿Por qué la iglesia de Antioquía oró para que la GRACIA DE DIOS fuera sobre Pablo y Silas, a medida que ellos salían en sus viajes misioneros?

A. EL SIGNIFICADO DE GRACIA
La definición más común de la palabra “gracia” es “el favor inmerecido de Dios hacia los hombres”, en otras palabras, aun cuando éramos pecadores, merecedores de juicio, Dios nos contempló con su amor y nos perdonó. Sin embargo, esto, es sólo la mitad de su significado. También significa “el poder capacitador de Dios”.
“Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra” (2 Ts 2:16, 17).
Su gracia no sólo nos hace aceptados en la familia de Dios, sino que también provee el poder que necesitamos para vivir la vida cristiana. Dos escrituras explican los dos aspectos de la gracia de Dios en cada creyente.

1. El Don Inmerecido De Dios
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” (Ef 2:8, 9).

2. El Poder Capacitador De Dios
“…en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” (Ef 1:4-6). Lea también todo el capítulo que describe todo lo que hemos recibido por gracia (por Su poder capacitador).
En la salvación, no sólo es expresado el favor inmerecido de Dios (en que recibimos perdón y la restauración de la comunión con Él, aun cuando no seamos merecedores de ello), sino que también es el poder capacitador de Dios, ya que, es únicamente por la vía de SU poder que podemos ser transformados.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Co 5:17). Este principio de la gracia continúa a través de todo nuestro caminar con Dios. En cada área de nuestras vidas cristianas, es la gracia de Dios la que nos hace creer y estar firmes, es decir, el poder capacitador de Dios otorgado a nosotros sin ningún mérito de nuestra parte.
“Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo” (2 P 3:18).

B. OTORGAMIENTO DE LA GRACIA A LOS HÉROES DE LA FE
Esta fuerza operante de la gracia, es revelada en las vidas de los hombres y mujeres a través de toda la Biblia. Todo héroe de la fe comenzó su vocación con Dios, consciente de su propia debilidad e incapacidad.
Fue únicamente a través de él, al permitir la operación de la gracia de Dios: Su poder capacitador, que pudo llegar a ser la clase de persona que Dios quería que fuera y, de esa manera, cumplir el plan y propósito que Él tenía para su vida.

C. LA GRACIA EN LA VIDA DE MOISÉS
Lea Éxodo 3:11-13; 4:1-13. El mandato que el Señor le dio a Moisés no fue una tarea pequeña. Egipto era el imperio dominante en todo aquel territorio. Era una nación impía, y faraón su líder satánico, tenía una autoridad catalogada como divina. Cada nación en el mundo conocido, vivía atemorizada de faraón, el emperador de Egipto.
Cuando Dios le dijo a Moisés que descendiera a Egipto y le dijera a Faraón que dejara ir a Su pueblo de tres millones de personas que vivían bajo su esclavitud, la respuesta inmediata de Moisés, a causa de su propia humanidad e incapacidad, fue como sigue:
3:11 “¿Quién soy yo?”
3:13 “¿Quién eres Tú?”
4:1 “Ellos no me creerán.”
4:10 “No soy elocuente.”
4:13 “Señor, envía a otro.”
Pero con la gracia de Dios, Moisés salió para Egipto, y con las señales y maravillas sacó a los israelitas de la esclavitud exactamente como Dios se lo había dicho.

D. LA GRACIA EN LA VIDA DE GEDEÓN
Lea Jueces 6:1-24. El llamado de Dios vino sobre Gedeón para librar a Su pueblo de los ejércitos conquistadores de Madián. Israel había experimentado derrota tras derrota durante muchos años. La respuesta de Gedeón a la palabra de Dios en el versículo 13, revela su incredulidad inicial:
“…Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo ésto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas” (Jue 6:13).
Aun cuando el mismo Dios le animó y prometió que estaría con él, Gedeón contestó:
“¿Con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre” (vea el v 15).
Pero a pesar de su temor e incapacidad, con la gracia de Dios (poder capacitador) Gedeón salvó a Israel. Y lo hizo con un pequeño grupo de 300 hombres.
¡Fue la GRACIA de Dios lo que hizo la diferencia!

E. LA GRACIA EN LA VIDA DEL APÓSTOL PABLO
Lea Hechos 15:40. Antes de que Pablo y Silas salieran en su primer viaje misionero, la iglesia de Antioquía oró por ellos y los “encomendó [a ellos]…a la gracia de Dios…” para la obra que estaba delante de ellos.
Lea la descripción que expone Pablo de sus experiencias en 2 Corintios 11:22-33. Es comprensible que primeramente fueran encomendados a la gracia de Dios. Ellos la necesitaban a fin de sobrevivir. La respuesta del Señor a la confesión que hizo Pablo respecto a la debilidad, es Su promesa para nosotros también:
“…Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad…” (2 Co 12:9).

F. LA GRACIA ES LIBERADA SOBRE NUESTRAS VIDAS
En nuestra relación con Dios, a medida que caminamos con El día a día, nos encontramos con situaciones que constantemente tratan de agobiarnos. Nuestra respuesta a Dios es confiar en Su palabra. Expresamos nuestra confianza por medio de la obediencia.
Esto comprueba que nosotros creemos lo que dice la palabra de Dios a pesar de lo que las circunstancias puedan indicar. La respuesta de Dios a nuestra fe es Su gracia: Su poder capacitador, el cual, hace que obtengamos la victoria en cada situación.

G. DOS PROMESAS MUY IMPORTANTES
1.Tenemos Pleno Acceso Al Trono De La Gracia
“Acerquémonos, pues, confiadamente al TRONO DE LA GRACIA, para alcanzar misericordia y HALLAR GRACIA [capacitación divina] PARA EL OPORTUNO SOCORRO” (He 4:16).

2. Dios Es Poderoso
“Y poderoso es Dios para hacer que ABUNDE en vosotros TODA gracia, a fin de que, teniendo siempre en TODAS las cosas TODO lo suficiente, ABUNDÉIS para TODA buena obra” (2 Co 9:8).

MI DECISIÓN
Hoy decido recibir la gracia de Dios, que es Su poder capacitador, en cada área y problema que emerja en mi vida, y me entrego al deber de enseñar a otros para que hagan también lo mismo.

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