lunes, 31 de enero de 2011

Pediste sabiduría?

“No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues en su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como padre al hijo a quien quiere”. Proverbios 3:11-12
¿Qué es la sabiduría? La sabiduría es la capacidad o habilidad de traducir en hechos nuestra vida diaria con el conocimiento espiritual e intelectual. Dios nuestro Padre Celestial nos equipa para la batalla y para su obra con Sabiduría. Muchas veces nos hemos escuchado a nosotros mismos pedir “Señor, dame sabiduría para enfrentar este problema, o esta situación”.
“Yo, la sabiduría, habito con la cordura, conmigo está el consejo y el buen juicio; yo soy la inteligencia, mío es el poder, por mí reinan los reyes, y los príncipes determinan justicia. Yo amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan. Las riquezas y la honra están conmigo, mejor es mi fruto que el oro, y que el oro refinado, y mi rédito mejor que la plata escogida, por vereda de justicia guiaré”. Proverbios 8:12-20
Todos necesitamos sabiduría de lo Alto para equiparnos y capacitarnos a vivir en victoria en la vida diaria. La Sabiduría es la capacidad de tomar la información correcta y aplicarla en nuestra vida. Conocimiento es la acumulación de información, que no necesariamente aplicamos en nuestra vida. Analiza conmigo ahora: ¿Aplicamos el conocimiento de la palabra de Dios en nuestra vida para adquirir sabiduría, o simplemente queda almacenado en la memoria como recurso para nuestra auto justificación?
Cuando aparece un problema que parece no tener solución ¿Te afanas, te preocupas, y llamas a tu esposo, madre o amiga?, ¿O te pones de rodillas y pides sabiduría a Dios? Muchas veces, primero hacemos lo primero, y dejamos la oración para después; eso no es sabio. Aquí, la falta de discreción traerá sus frutos.
Para adquirir la sabiduría de Dios, tenemos que tener la humildad suficiente para reconocer que no somos sabios. Ese es el primer paso. La sabiduría no alcanza al indisciplinado ni al negligente. Por lo tanto tenemos que practicar:
Disciplina: Es hacer caso de las advertencias y señales del camino que Dios nos hace y muestre desde las páginas de su Palabra, la Biblia.
“Enséñanos de tal modo a Contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”. Salmos 90:12
Integridad: El engaño y el pecado oculto son obstáculos para traer la sabiduría a tu vida. Nos impiden el flujo de la bendición de Dios llamada sabiduría.
“El provee de Sana sabiduría a los rectos” Proverbios 2:7
Pedírselo: El rey Salomón pidió, sobre todas las cosas, Sabiduría para gobernar al pueblo de Dios, y Dios se la concedió.
“Dame ahora sabiduría y ciencia”. 2 Crónicas 1:10
“Si alguno tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada”. Santiago 1:5
Todas estas cosas serían conocimiento, si no aplicamos el principio de la Sabiduría, que es el TEMOR DE JEHOVA. Cuando tenemos temor de Jehová, y no aplicamos la sabiduría de Su palabra en nuestra vida, Dios es fiel e inmediatamente su Espíritu Santo nos redarguye y Dios nos corrige. Cuando no tenemos temor de Jehová, este principio de la sabiduría y todo lo demás pasa a ser simple conocimiento intelectual.
“No seas sabio en tu propia opinión, teme a Jehová y apártate del mal; porque será medicina a tu cuerpo y refrigerio para tus huesos” Proverbios 3:7-8
Las claves para reconocer cuándo la sabiduría ha entrado a nuestra vida, son la Discreción y la Inteligencia. Si tenemos inteligencia, pero no somos discretos, necesitamos mas corrección de Dios para adquirirla. La corrección de Dios viene a manera de pruebas, y casi siempre después de que pedimos “Señor, dame sabiduría”.
Cuando seamos capaces de aplicar la discreción y la inteligencia en cada prueba, empezaremos a aplicar la sabiduría de Dios en nuestra vida.
“Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere grata a tu alma, la DISCRECIÓN te guardará; y te preservará la inteligencia”. Proverbios 2:10-11
Una vez mas, Dios al que ama corrige, y cuando pedimos sabiduría, El nos la da. Tenemos que aceptar el precio, que muchas veces son pruebas para pulirnos en la discreción y en la inteligencia.
La Inteligencia y la Discreción provienen de Dios, que quiere preservarnos, protegernos y cuidarnos de hacer decisiones necias que puedan traer dolor y desastre a nuestra vida.
“Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; largura de días está en su mano derecha; en su izquierda, riquezas y honra” Proverbios 3:13,16
No debemos buscar las riquezas, la honra o la larga vida, debemos buscar la sabiduría de Dios, y todas estas cosas serán añadidas. Esto, como todas las cosas que provienen de Dios, es el orden perfecto que debemos seguir para alcanzar el éxito en nuestra búsqueda de la sabiduría.
Podemos decir entonces, que las situaciones difíciles por las que atravesamos, y personas difíciles que tenemos que enfrentar algunas veces, son las herramientas que Dios está utilizando para que nosotros pongamos en práctica el conocimiento de Su palabra en nuestra vida. Dios nos está puliendo, corrigiendo y con ello, nos permitirá adquirir la tan anhelada Sabiduría necesaria para vivir en victoria haciendo la perfecta voluntad de Dios Padre sobre nosotros, a través de Jesucristo. Todo obra para bien en la vida de los que creemos en Dios y en Su palabra. “No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, ni te fatigues en su corrección; porque Jehová al que ama castiga, como padre al hijo a quien quiere”. Proverbios 3:11-12
¡Alabado sea Dios!

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