Hace poco escuchaba una alabanza preciosa titula “Con Manos Vacías” y pensaba en lo acertada que es esta alabanza pues venimos delante de Dios y la verdad es que no tenemos nada con que impresionarlo, solo tenemos un corazón quebrantado para que El lo restaure, lo limpie, lo purifique, lo llene con su amor, solo tenemos una vida la cual poner a su servicio, a su disposición. Tenemos unas manos que aunque ahora se encuentran vacías el puede llenarlas con su poder, con su amor, con su fuerza y así poderle servir a través de ellas.
Y es que nuestro Señor es tan lindo que aunque no tengamos que ofrecerle el nos toma y nos pone en lugares privilegiados, nos ve como a la niña de sus ojos, nos regala bendiciones que a lo mejor no merecemos, no tenemos como pagarle el que haya mandado a su hijo a morir en nuestro lugar, y sabemos que aunque no somos nada El nos tomo y nos vio como grandes y valiosos.
Jeremías 18:6
He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano.
Isa 43:4
Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida.
Isa 43:4
Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a otros hombres en lugar tuyo, y a otros pueblos por tu vida.
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