Introducción
"Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año… En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia.
Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes.
Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer… yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto… y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto" (Ex 12:2, 3, 6, 7, 12, 13).
A. EL SIGNIFICADO DE LA PASCUA
"Este mes os será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses…" (Ex 12:2).
Cuatrocientos años antes, "…Jehová dijo a Abram: Ten por cierto que tu descendencia morará en tierra ajena, y será esclava allí, y será oprimida cuatrocientos años. Mas también a la nación a la cual servirá, juzgaré yo; y después de esto saldrán con gran riqueza" (Gn 15:13, 14).
1. Liberación de Israel
Los cuatro siglos de oscuridad ya habían pasado. Ya era tiempo de salir de la esclavitud y entrar hacia la riqueza; fuera de la opresión y hacia la libertad; fuera de las tinieblas y hacia la luz. Egipto quedaría detrás de ellos; la tierra prometida, en la que fluía leche y miel, estaría delante de ellos.
¡Qué cuadro más hermoso es este de nuestra salvación a través de Cristo! La Pascua representa un cuadro perfecto de: "...nuestra gran salvación" (He 2:3). Nuestra liberación de la esclavitud del pecado y la opresión fue representada proféticamente en estos eventos hace 3,400 años en Egipto.
El faraón usaba una corona con una serpiente Cobra al frente. Esta era símbolo de Satanás (Gn 3:1-4; Ap 12:9). Esa corona de faraón simbolizaba la autoridad principal (en el reino espiritual) sobre Egipto.
El tiempo de Dios de sacarlos fuera de aquel gobierno déspota y satánico de faraón había llegado, a fin de llevarlos al Reino bienhechor de Dios, bajo el liderato de Moisés.
Así como Satanás gobernaba a través de faraón, Dios extendería Su gobierno a través de Moisés y su cayado de pastor. "Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales" (Ex 4:17).
Faraón no quería dejar ir a sus esclavos sin que hubiera una batalla. Diez terribles plagas habían azotado todo Egipto antes de que faraón y su pueblo dijeran suplicantes: "…Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho. Tomad también vuestras ovejas y vuestra vacas… e idos…" (Ex 12:31, 32).
Dios le dijo a Moisés que la última de las diez plagas sería la destrucción y muerte de TODOS los primogénitos de animales y hombres.
Para salvar a Su pueblo, Dios hizo provisiones para la PASCUA, la cual, vino a ser una de las fiestas conmemorada por los israelitas para siempre. "Este mes os será principio de los meses...".
2. Liberación Del Pecado
Así como la Pascua fue el fin de la esclavitud, penurias y pobreza para los hijos de Israel, de igual manera cuando nosotros nos allegamos a nuestro Cordero de Pascua, Cristo, tenemos un NUEVO PRINCIPIO. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Co 5:17).
Los pecados, faltas y fracasos del pasado ya no nos atan. Somos parte de una familia nueva, con una nueva genealogía o descendencia y con un Libertador mejor y más maravilloso que lo que alguno pudiera imaginar.
De nuestro Libertador, la Biblia dice lo siguiente: "…y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados" (Mt 1:21).
La liberación de Moisés fue maravillosa. Él salvó de la esclavitud y la opresión. Pero Jesús vino para ser nuestro Libertador del pecado y Salvador. Él salva del pecado y la culpa de éste. ¡Loado sea Su nombre!
Cuando venimos a Cristo comenzamos una vida nueva con un principio nuevo.
a. Salvación De La Familia. "En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia" (Ex 12:3).
Una promesa maravillosa para los padres es incluida aquí. La salvación para las familias es un concepto bíblico. Usted no solo puede disfrutar de la salvación, sino que también puede llevar tal salvación a toda su familia por medio de acciones de fe y obediencia.
El Señor le dijo al recaudador de impuestos Zaqueo, el pecador y publicano aborrecido por sus compatriotas judíos, "Hoy ha venido la salvación a esta casa…" (Lc 19:9). La fe de Zaqueo para seguir a Jesús, fue lo que causó la salvación de su casa.
Al carcelero de Filipos, Pablo y Silas le dijeron: "Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa… y en seguida se bautizó él con todos los suyos… y se regocijó con toda su casa de haber creído en Dios" (Hch 16:31, 33, 34).
Pídale al Señor que le use para conducir a sus parientes, sus hijos y padres, a Su fe salvadora. Es vital que les diga cómo recibir a Jesús como su Señor y Salvador.
Recuerde, que debían tener: "...un cordero por familia".
B. JESÚS: NUESTRO CORDERO DE PASCUA
"Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes" (Ex 12:6).
1. Examinados Para Pureza
Note que el cordero de la Pascua era separado el día DIEZ de ABIB (Abril). Tenían que examinar el cordero completamente antes de sacrificarlo el día CATORCE de ABIB. Tenía que ser un cordero "...sin defecto".
Lucas 19 registra la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén unos días antes de Su crucifixión.
En ese mismo tiempo, las personas llevaban sus corderos a ser examinados por el sacerdote, antes de que fueran utilizados en el sacrificio de la Pascua.
Jesús, el Cordero de Dios, también era llevado tanto ante el pueblo como ante los líderes para ser examinado antes de Su padecimiento y gloria.
Él también, como "…el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo", había declarado: "…santo, inocente, sin mancha, apartado de los pecadores…" (Jn 1:29; He 7:26).
a. Examinado Por Los Líderes Religiosos. Jesús se presentó a Sí Mismo para ser inspeccionado el día diez de Abib. Esto está bien claro en Mateo 22:15-46. Este pasaje increíble muestra a Jesús siendo examinado por los Herodianos, los Saduceos, los Doctores de la Ley y los Fariseos.
Los fariseos enviaron discípulos de los herodianos para probar y hacer caer en alguna trampa a Jesús.
Luego, los saduceos trataron de confundirlo en la doctrina de la resurrección.
"Entonces los fariseos, oyendo que había hecho callar a los saduceos, se juntaron a una" (Mt 22:34).
"Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo sorprenderle en alguna palabra" (Mt 22:15). Uno de los doctores de la ley de los fariseos le examinó con una pregunta sobre el mandamiento más grande.
Luego le preguntaron quién era el padre del Mesías. Jesús les preguntó:
"Pues si David le llama Señor, ¿cómo es su hijo? Y nadie le podía responder palabra; ni osó alguno desde aquel día preguntarle más" (Mt 22:45, 46).
La conclusión de este tiempo de pruebas y exámenes, es encontrada en Mateo 22:46: "Y nadie le podía responder palabra".
b. Examinado Por La Autoridad Civil. "Entonces.. los alguaciles de los judíos prendieron a Jesús y le ataron… llevaron a Jesús de Caifás al pretorio. Era de mañana, y ellos entraron en el pretorio para no contaminarse, y así poder comer la pascua" (Jn 18:12, 28).
(Nota: La entrada de los judíos al patio o corte de los gentiles durante la Pascua, les habría contaminado y no hubieran podido comer sus corderos de Pascua que ya habían sido examinados para la fiesta en tal ocasión.)
Caifás quería presentarle a Pilato evidencia con la que pudiera condenar a Jesús. Pero no encontró ninguna, y tuvo que responder ante la interrogativa de Pilato con la siguiente declaración:
"Si éste no fuere malhechor, no te lo habríamos entregado" (Jn 18:29, 30).
Después de un examen extensivo del Cordero de Dios, Pilato mismo pronunció que Jesús calificaba para ser el Cordero de Pascua: "Yo no hallo en él ningún delito" (Jn 18:38). "Mirad, os lo traigo fuera, para que entendáis que ningún delito hallo en él" (Jn 19:4).
Este veredicto, civil y legal, fue dado al mismo tiempo en que los corderos de pascua estaban siendo examinados y declarados sin defecto por los sacerdotes. Pilato declara que Jesús es sin culpa tres veces (Jn 18:38, 19:4, 6).
Pilato no entendió cuán importante era esa declaración de inocencia. Él no sabía que Jesús era el Cordero de Dios que estaba siendo presentado ante él para ser inspeccionado. Pilato sabía muy poco acerca del decreto divino que había sido pronunciado unos mil cuatrocientos años antes: "El animal [cordero] será sin defecto, macho…" (Ex 12:5). "Y si hubiere en él defecto, si fuere ciego, o cojo, o hubiere en él cualquier falta, no lo sacrificarás a Jehová tu Dios" (Dt 15:21).
En su decreto final, las palabras de Pilato son absolutamente proféticas: "...Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito [culpa, falta, defecto] en él" (Jn 19:6).
Sin entenderlo, Pilato declaró la dignidad de Cristo, el Cordero de Dios, para morir como el cordero de Pascua de Dios, por los pecados de la humanidad.
Sí, después de cuatro días de diligentes análisis, Jesús fue sacrificado. El SIGNIFICADO REAL de la Pascua había sido logrado.
En el mismo tiempo en que los corderos de Pascua estaban siendo sacrificados y su sangre siendo derramada en el altar del Templo, Jesús estaba siendo llevado al Gólgota para ser crucificado. EL ASPECTO PASADO (HISTÓRICO) de la Pascua recordaba la liberación de Egipto. El ASPECTO PROFÉTICO de la Pascua fue cumplido en el Calvario.
2. Una Cobertura Protectora.
Jesús vino a ser una cobertura protectora para todos los que le recibieran como el Cordero de Pascua. "…Y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto" (Ex 12:13). "Sabiendo que fuisteis rescatados… con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación" (1 P 1:18, 19).
a. La Sangre En Los Dinteles. "Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer" (Ex 12:6, 7).
No fue accidente que la sangre sobre el dintel en la puerta que goteaba hacia abajo, formara una línea vertical, como la vara del centro de la cruz. Cuando usted une la sangre sobre los dos lados de la estructura de la puerta con la línea horizontal forma UNA CRUZ.
Esto señalaba proféticamente hacia la futura venida del Mesías, el Cordero de Dios que moriría sobre la cruz.
Y tomad un manojo de hisopo, y mojadlo en la sangre que estará en un lebrillo, y untad el dintel y los dos postes con la sangre que estará en el lebrillo; y ninguno de vosotros salga de las puertas de su casa hasta la mañana.
Porque Jehová pasará hiriendo a los egipcios; y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará Jehová aquella puerta, y no dejará entrar al heridor en vuestras casas para herir" (Ex 12:22, 23).
Note la Escritura que dice que cuando Dios ve la sangre: "pasará Jehová aquella puerta…" (v 23).
Durante años pensé que esto significaba que Dios pasaría sin hacer mal por las casas de los israelitas en el mismo sentido en que uno pasa de largo o no ve a una persona que está parada en una fila.
Ahora veo que hay un significado mucho más hermoso aquí. Cuando la Biblia dice: "pasará Jehová aquella puerta...", quiere decir que Dios mismo se colocará sobre las casas de Israel como una cobertura. Estaría allí presente para protegerlos del ángel destructor que Él había mandado para matar a los primogénitos de entre la población de los egipcios.
b. El Cristo Crucificado. La sangre sobre el dintel de las puertas, habla claramente del Cristo crucificado de pie frente a la puerta de la casa del creyente como un Salvador, Protector y Libertador.
El salmo 91 describe la protección que disfrutamos cuando la sangre del Cordero de Pascua es aplicada sobre la puerta de nuestro corazón.
"El que habita al abrigo del Altísimo, morará bajo la sombra del Omnipotente... El te librará del lazo del cazador... Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro...".
Satanás es el destructor, el ángel de la muerte. "Y abrió el pozo del abismo [el infierno]… Y tienen por rey sobre ellos al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión [y en español: el destructor]" (Ap 9:2, 11).
Cada persona que acepta la sangre que el Cordero de Dios derramó, y se abriga detrás de la cruz, hallará de seguro completa protección del Destructor (Satanás).
Hay COMPLETA PROTECCIÓN de las obras del destructor, quien es nuestro adversario. "Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Jn 3:8).
Muchos creyentes declaran bíblica y correctamente: "Satanás no puede tocarme ni perjudicarme siempre que permanezco bajo la sangre de Jesús. Es allí donde poseo completa protección de Satanás y de sus demonios".
Cada persona necesita experimentar su propia PASCUA PERSONAL si va a permanecer firme contra el adversario de su vida.
La sangre untada sobre los dinteles de las puertas trajo la presencia de Dios, lo cual, resultó en la frustración del enemigo en su asalto contra tal hogar. Esto aparece escrito en Hebreos 2:14: "…él [Jesús] también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo".
Cuando el Cristo crucificado está de pie al frente de la puerta de su vida, esto hace que el poder del diablo no tenga efecto sobre usted. ¡Qué liberación! ¡Aleluya! .
La Biblia declara: "Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres… Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Jn 8:36, 32).
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