Kolontar (Hungría), 5 oct 2010(EFE).- Un fuerte olor que irritaba los ojos y la nariz se extendía hoy por la aldea húngara de Kolontar, la más cercana a la represa de "barro rojo", una sustancia tóxica que ha inundado desde ayer una amplia zona tras la rotura de un dique y que ha causado hasta ahora cuatro muertos y más de cien heridos.
Las pocas calles de este pequeño poblado de 900 habitantes, situado a unos 160 kilómetros de Budapest, estaban cubiertas hasta la altura de las rodillas de este barro de intenso color ladrillo, que se esparció por zona urbana.
Se trata de un residuo de la empresa local MAL generado en la producción de aluminio y que contiene grandes cantidades de silicio, hierro y otros metales pesados.
Cuatro personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas, algunas de gravedad, a consecuencia de lo que en Hungría se considera la mayor catástrofe medioambiental de su historia.
Lajos, un campesino de unos 60 años, declaró a Efe que "el barro llegó muy de repente, sin que nadie nos pudiera avisar antes".
"Sólo tuvimos tiempo para subir al primer piso de nuestra casa, pero todas mis gallinas y otros animales domésticos fueron arrastrados por el barro y han muerto", cuenta visiblemente aliviado de haber al menos salvado su propia vida.
"Pero debido a la contaminación, no sé es si voy a poder sembrar este año", agrega delante de su casa, que se encuentra en una zona rodeada de tierras de cultivo.
Otros dos vecinos comentaban que para hoy o mañana se esperaba la llegada de varios camiones para ayudar en la mudanza de muebles y otros artículos personales de las personas más afectadas, mientras habían los trabajos de limpieza de la zona.
Los daños causados por el vertido, de cuyo peligro ya habían advertido varias ONG ecologistas, son cuantiosos y visibles en Kolontar, donde decenas de casas han sido contaminadas por el lodo, que ha destruido gran parte de las plantas bajas y los sótanos de las viviendas.
Gerge Simon, portavoz del grupo ecologista "Clean Air Action Group", culpó a la empresa de "no haber tomado las medidas de seguridad adecuadas para evitar que aumentara el nivel del líquido en la represa".
Sobre un potencial peligro de contaminación de las aguas subterráneas, sobre todo del río Marcal, afluente del Danubio, Simon indicó que no hay seguridad de ello, pero sí dijo estar convencido que deberá ser descontaminado el suelo de esa región eminentemente agrícola.
Aunque el nivel del vertido parece haberse estabilizado, el experto no descartó la ruptura de otro de los diques con residuos tóxicos, lo que agravaría aún más la situación en los siete pueblos afectados hasta ahora por este desastre ecológico, calificado el mayor de la historia de Hungría hasta la fecha.
La zona afectada es de unos 40 kilómetros cuadrados, está próxima al gran lago Balaton y afecta a las poblaciones de Ajka, Devecser, Kisberzseny, Kolontar, Somlóvásárhely, Somlójeno y Tüskevár, inundados por el vertido calculado en un millón de metros cúbicos.
Kolontar estaba tomado hoy por policías, soldados, ambulancias y también periodistas llegados de distintas partes de Europa para informar sobre este desastre ecológico.
Las autoridades húngaras, que habían declarado por la mañana el estado de emergencia en tres distritos contiguos a la represa, afirmaron que el peligro más inmediato ya ha pasado y que los equipos de rescate se centrarán ahora en limpiar el lugar. EFE
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