Las sandalias de cuero del soldado romano eran esenciales en la batalla. Una sólida estabilidad sobre un terreno difícil con frecuencia provee la posición ganadora en la batalla. Tres veces Pablo alentó a los soldados cristianos a permanecer firmes, “calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz” (Efesios 6:15).
La palabra de avanzada que Julio César usaba como general era ¡celeritas!— ¡rapidez! Las sandalias romanas simbolizaban movilidad, apresto, velocidad. “A un blanco que se mueve es difícil atinarle,” sigue siendo una buena máxima militar. De igual manera es para los soldados cristianos. Aquellos que están activamente viviendo el evangelio de la paz, ¡serán para Satanás un blanco difícil de atinar!
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