La sede mundial de Naciones Unidas en Nueva York se ha visto afectada por una plaga de chinches que sufre la ciudad de los rascacielos, confirmaron ayer responsables de la ONU, que aclararon que sólo se detectaron en zonas muy concretas estos animalitos y que no se tiene noticia de que hayan picado a nadie del personal.
El portavoz de la ONU, Martin Nesirky, confirmó que el pasado 15 de octubre se detectó un foco de chinches en el complejo de la sede central de la ONU, en la zona este del Midtown de Manhattan, concretamente en muebles de las plantas 19 y 20 del rascacielos que alberga al Secretariado General.
Las chinches, que se alimentan de sangre humana y de distintos animales, se han convertido en un verdadero problema económico para Nueva York, que está viendo en los últimos meses cómo comienzan las cancelaciones turísticas y se reducen las visitas a cines, teatros, tiendas y lugares públicos por miedo a su ataque.
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