miércoles, 24 de marzo de 2010

Nuestro Dios, es Dios de abundancia!

Hola!!! La historia de Eliseo y la viuda nos demuestra cómo Dios provee para todas nuestras necesidades abundantemente, todo es tener fé, de la de verdad, no tibia, por supuesto.

El aceite era usado como combustible para quemarse en lámparas. Era muy valioso. Había una mujer cuyo esposo había servido a Dios junto al profeta Eliseo. Cuando él murió, la viuda quedó teniendo una deuda hacia una persona, pero no tenía dinero con que pagarla. Se iban a llevar a sus dos hijos como esclavos para que trabajaran hasta pagar la deuda. Ella estaba desesperada. Fue al profeta Eliseo y le suplicó que la ayudara.

Eliseo le dijo: "¿Y qué puedo hacer por tí? Dime, ¿qué tienes en casa?" Y ella le contestó: "Su servidora no tiene nada en casa excepto un poco de aceite". 2 Reyes 4:2

Eliseo le dijo qué hacer. Esto es lo que ocurrió. Ella regresó a la casa y pidió vasijas prestadas a todos sus vecinos, tantos como pudo encontrar. Entonces ella y sus hijos entraron a la casa y cerraron las puertas de la casa. Ella tomó su vasija de aceite y comenzó a echar de ese pequeña vasija hasta que la primera vasija prestada se llenó. Uno de sus hijo trajo otra vasija, y luego otra y otra y siguieron echándole aceite hasta que todas las vasijas que tomaron prestadas fueron llenadas. Entonces ella pidió otra vasija y él le indicó que no quedaba ninguna. En ese momento dejó de fluir el aceite.

Ella estaba tan felíz con todo el aceite que Dios le había provisto que salió corriendo a darles las buenas nuevas a Eliseo. Él le dijo: "Ahora vé a vender el aceite, y paga tus deudas. Con el dinero que te sobre, podrán vivir tú y tus hijos". (2 Reyes 4:7) Ella confió en Dios para que le ayudara. Dios tomó de lo poquito que ella tenía, y su fé,  e hizo mucho más. Ahora ella tendría suficiente aceite para vender y así poder pagar el dinero que debía y todavía tendría lo necesario para vivir ella y sus hijos. Ella obedeció a Dios y demostró su fé al hacer lo que el profeta Eliseo le había dicho. Dios bendijo su fé con un milagro maravilloso.


Dios proveyó todo lo que ella necesitaba. Ese aceite es como el Espíritu Santo. Cuando una persona cree en Jesús, el Espíritu Santo viene a llenarnos. El Espíritu Santo provee todo lo que necesitamos en la vida. Es como una vasija de aceite que se desborda, dándonos todo lo que necesitamos para que brillemos por Dios.
No crees que es digno de que imitemos tal fé.

Dios es grande y poderoso,  Dios los bendiga hermanitos.

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