Tremenda sorpresa se llevó la policía de Tailandia cuando investigaba un fuerte hedor proveniente de un templo budista, al encontrarse con unos 2 mil fetos escondidos en el depósito de cadáveres del lugar y que al parecer fueron trasladados a este lugar desde clínicas en las que se efectuaban abortos ilegales.
Durante la investigación que se inició el martes pasado en el monasterio Phai Ngern, en Bangkok, la policía descubrió montañas de bolsas de plástico que contenían más de 300 fetos.
El teniente coronel de la policía local, Kanathud Musiganont, indicó que los trabajadores retiraron ayer más cadáveres de la morgue del templo.
Unos 2 mil pequeños cuerpos fueron retirados de bóvedas donde los cadáveres son enterrados tradicionalmente antes de la cremación, que en algunas circunstancias puede tardar años.
ANTECEDENTE. El aborto es ilegal en Tailandia salvo en tres circunstancias: en caso de violación de la mujer, si el embarazo afecta la salud de la madre y si existen anormalidades del feto.
Derivado de la investigación del caso, varias personas ya fueron detenidas, entre ellas dos empleados funerarios por esconder los cadáveres y ocultar las causas de las muertes, y una empleada acusada de dirigir una clínica médica sin licencia y efectuar abortos.
Los dos empleados funerarios podrían ser enviados a un año a prisión y recibir una multa de 67 dólares.
La empleada de la clínica, de quien la policía dijo que confesó haber entregado los fetos a los empleados de la morgue desde principios de 2010, podría ser condenada a cinco años de cárcel y una multa de 333 dólares.
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