domingo, 14 de noviembre de 2010

EL ESPIRITU DEL ANTICRISTO

Muchos hoy día no pueden percibir la verdad bíblica de que Jesús se hizo pobre, más que todos los pobres de la tierra, pues, ni siquiera tenía "donde recostar su cabeza." Mt. 8:20; Luc. 9:58. Hasta los más pobres tenian un lugar previsto para su descanso pero Jesús no. Esto no quiere decir que no lo tendría, pues, debemos de entender que Jesús recibió su sustento y provisión del Padre a quién sirvió y obedeció, por eso Dios le proveyó para sus necesidades y así nos enseñó para que de Jesús tuviésemos ejemplo. Mateo 5:31-34.
Y ese mismo espíritu del anticristo es el que hoy día se está manifestando con mayor ataque y menosprecio a los pobres. Jesús dijo: "Siempre tendréis a los pobres con vosotros..." Mar. 14:7. Ese es uno de los medios principales por el cual Dios nos prueba en cuanto el amor hacia el prójimo porque... "Peca el que menosprecia a su prójimo; mas el que tiene misericordia de los pobres es bienaventurado." Prov. 14:21. "Bienaventurado el que piensa en el pobre; en el día malo lo librará Jehová." Salmo 41:1.
El espíritu materialista que hoy ha dividido la iglesia del Señor es el mismo espíritu anticristiano que en otros tiempos también la dividió, por eso Juan dijo "salieron de nosotros." No vinieron de afuera, salieron de adentro. Si salieron fué porque nunca desearon estar dentro o porque fueron lavados sus cerebros con diferente doctrina (anticristiana) y al final encontraron lo que realmente querían y no lo que el Espíritu les ofrecía pero que nunca se les dió porque el corazón de ellos nunca lo anheló.
El espíritu Santo reveló solo una cosa para todos: "Lo que habéis oído desde el principio, permanezca en vosotros." 1 Juan 2:24. Tambien nos dice el verso 27: "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe...". La permanencia a lo que el Espíritu de Dios ha revelado se deja manifestar por medio de la unción del mismo Espíritu, por medio de quién, Cristo nos ha dado la unción. Es decir, si realmente somos solícitos y dedicados a conocer lo que es o no es de Dios, ahí esta la unción del Señor para revelárnoslo. El apóstol Juan sabía ya que aquella nueva doctrina no era de Dios, pero no así la iglesia a quienes dirigía la carta. ¿Cuál, pues, sería el medio por el cual la iglesia podía conocer si era o no de Dios aquella nueva enseñanza con respecto a Jesús? LA UNCION DEL SANTO. 1 Juan 2:20. Y es porque el Espíritu Santo es la unción dada a la iglesia para conocer entre lo verdadero y lo falso, pués, la verdad ya fué revelada por medio de Jesús quién nos ha dado la unción de su Santo Espiritu para conocerla y "no teneís necesidad de que nadie os enseñe" algo nuevo que no esté dentro de los parámetros de lo ya revelado por el Espíritu de Dios.

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