El Cairo, 13 sep (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abás, se embarcarán mañana, en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij, en la segunda ronda del diálogo directo palestino-israelí, que arrancó en Washington el pasado día 2.
Abás y Netanyahú estarán acompañados por la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, que mantendrá reuniones bilaterales por la mañana con los dos mandatarios y con la responsable norteamericana, según una fuente oficial egipcia.
Tras dichos encuentros tendrá lugar una reunión tripartita, según fuentes oficiales de EEUU en El Cairo, en la que muy posiblemente participarán Netanyahu, Abás y Clinton, en el marco del diálogo directo entre palestinos e israelíes.
Finalizada la reunión, el enviado especial de la casa Blanca para Oriente Medio, George Mitchell, que también se desplazará a Sharm el Sheij, ofrecerá una rueda de prensa.
El encuentro finalizará con una comida organizada por el país anfitrión, tras la que está previsto que el ministro de Exteriores egipcio, Ahmad Abul Gheit, se dirija a los medios de información, tal como comentaron las fuentes estadounidense y egipcia.
Sin embargo, no se pudo confirmar si Abás y Netanyahu comparecerán ante la prensa.
Según varios medios nacionales y árabes, el diálogo continuará pasado mañana, miércoles, en Jerusalén, aunque la fuente egipcia no pudo confirmar esta información y se limitó a subrayar que el dialogo en territorio egipcio comienza y finaliza mañana.
Durante la reunión de Jerusalén, está previsto que se fije la fecha de la siguiente sesión del diálogo que, según el diario en lengua árabe Al Hayat, será el 22 de septiembre en Nueva York.
El ambiente previo a la reanudación del diálogo directo se ha visto agitada por las declaraciones de ayer de Netanyahu sobre su intención de no "congelar la vida de los colonos", en referencia a la construcción de edificios en los asentamientos israelíes en el territorio ocupado de Cisjordania.
Una de las exigencias palestinas para continuar con las negociaciones es que sea extendida la actual moratoria de diez meses en la construcción en Cisjordania, que concluye el 26 de septiembre.
"Por un lado, no vamos a construir los miles de viviendas que esperan autorización, pero, por otro lado, no congelaremos la vida de los habitantes de Judea y Samaria (nombres bíblicos de Cisjordania) y no vamos a congelar la construcción", dijo ayer el primer ministro israelí en una reunión con el enviado especial del Cuarteto, Tony Blair.
Sobre este asunto, el jefe negociador palestino, Saeb Erekat, dijo al periódico estatal egipcio Al Ahram que "la congelación de los asentamientos es un compromiso adquirido por Israel y es lo que pidió el presidente estadounidense, Barack Obama".
En unas declaraciones publicadas hoy, Erakat subrayó que los palestinos están en medio de "negociaciones feroces" con los israelíes sobre varios asuntos árabes, sobre todo los temas de Jerusalén y las fronteras.
Erekat recordó la postura del presidente egipcio, cuyo país desempeña el papel de mediador en las negociaciones de paz, y que insiste en que los asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados no otorgará derechos legales a Israel ni conseguirá la paz.
Asimismo, ante la llamada de Netanyahu para que los palestinos reconozcan a Israel como el Estado del pueblo judío, Erakat dijo al diario internacional Al Hayat: "Israel no tiene derecho a pedirnos el reconocimiento del judaísmo del Estado (israelí)".
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