En un comunicado, este organismo de Naciones Unidas estima que la coyuntura del mercado de divisas "puede usarse como excusa para que los países con mayor flujo comercial restauren medidas proteccionistas".
Así, "la calma tras la tormenta de la reciente crisis financiera no durará mucho", vaticina la UNCTAD.
"Los inversores institucionales han vuelto al negocio del mercado mundial de divisas y con su resurgimiento los países se enfrentan a enormes influjos de dinero fresco al que no pueden darle un uso productivo, lo que crea distorsiones de comercio", enjuicia.
Por ello, el organismo de la ONU considera que la decisión de dejar las divisas a los "caprichos" del mercado no ayudará a reequilibrar la economía mundial. Argumenta que el problema radica "en fallos sistémicos y por ello requiere de una acción multilateral que sea global".
"Para afrontar los desequilibrios mundiales de una forma coherente -asevera la UNCTAD-, los gobiernos necesitan actuar con el mismo espíritu multilateral que caracterizó a la respuesta fiscal internacional a los momentos más críticos de la crisis en 2008".
De este modo, subraya que un problema mundial como es el tipo de cambio no puede ser solucionado por los bancos centrales, que actúan de forma unilateral. La UNCTAD propone una regla real de tipo de cambio, que consistiría en mantener constante la tasa de cambio si la variación nominal sigue estrictamente los diferenciales de inflación.
Como ejemplo de los problemas que pronostica, cita que China "ha hecho más que cualquier otra economía emergente para estimular la demanda interna, y como resultado, su volumen de importaciones se ha expandido significativamente".
"El consumo privado en China aumentó el 9 por ciento en 2009, empequeñeciendo los intentos del resto de grandes países de revivir sus mercados internos", agrega la UNCTAD, que se cuestiona sobre la idoneidad de "poner la carga del reequilibrio de la economía global en un único país y en su divisa". "La visión general es que el precio del yuan chino deben fijarlo libremente los mercados", sentencia.
Además, recalca que el rebote de las acciones y el mercado de divisas en las economías desarrolladas y emergentes desde marzo de 2009 dejan entrever que se están originando "nuevas burbujas y la amenaza de una nueva serie de crisis financieras".
"Los efectos de la nueva exuberancia de los mercados financieros es adversa en los países con frágiles divisas, como Brasil, Hungría y Turquía", concluye la UNCTAD.
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