Tanto la ciencia como la mitología reconocen el origen de la vida en el agua. Pero, ¿es el agua tan sencilla como aparentemente la consideramos, o el concepto de agua es más complejo?.
Parece claro que el agua no sólo origina, sino que, además, protege la vida. Y en ese proteger debemos incluir las condiciones necesarias para su desarrollo y la capacidad de purificar, curar o sanar, que es también una forma de protección.
Las propiedades físicas del agua (H2O) son singulares, ya que no corresponden a
las que debería tener según su peso molecular. Tiene una capacidad calorífica anormalmente alta, lo cual influye en la regulación de temperaturas, tanto de los seres vivos como del medio ambiente. Tiene unos puntos de fusión y de ebullición altos, que hacen que se encuentre en estado líquido a la temperatura ambiente, favoreciendo el desarrollo de los seres vivos. Cuando se congela, el agua disminuye su densidad, lo que provoca que el hielo flote, aislando el medio acuoso líquido del medio exterior, más frío, y calentando el agua mediante el calor absorbido al convertirse en sólido. De nuevo aparece el efecto protector del agua sobre la vida.
Se han realizado numerosas investigaciones que parecen demostrar que el agua posee una memoria de aquello que ha entrado en contacto con ella, tanto positivo como negativo. Este registro lo hace en forma de radiación electromagnética. Dicho fenómeno da lugar a un aspecto terapéutico del agua, que se manifiesta en las aguas tratadas (magnetizadas, sonorizadas, polarizadas, energizadas, mesmerizadas, ... ), que son capaces de curar numerosas enfermedades. Así, al menos, le parece a numerosas personas que han sido sometidas a tratamientos con dichas aguas. El fundamento de la homeopatía y de las ‘flores de Bach’ procede también de esta propiedad del agua de “recordar”, ya que las diluciones son tan extremas que no queda ninguna molécula de “medicina” añadida.
Se han realizado fotografías de cristales de hielo provenientes de aguas sometidas a la influencia de distintas energías y los resultados son asombrosos. Si la energía es positiva (música clásica, buenos sentimientos, ... ) los cristales son armónicos y perfectos, semejantes a los producidos por las aguas puras de manantiales sin contaminar. Por el contrario, si las energías son negativas o el agua está contaminada, los cristales son imperfectos y amorfos.
El simbolismo, en las tradiciones antiguas, apoya esta idea del agua como origen y agente protector de la vida en sus diferentes aspectos: física, psíquica y mental.
En Egipto, concretamente en Heliópolis, todos los dioses eran generados por Nun, una especie de océano primordial. Se le representaba como un ser con medio cuerpo sumergido en dichas aguas primordiales, sosteniendo con sus brazos la barca que portaba a todos los dioses. Naturalmente, los dioses daban nacimiento a los demás seres de la naturaleza. También el Nilo fue divinizado como origen y portador de la vida de Egipto.
El simbolismo complejo del agua pasa por Grecia y Roma, con Poseidón o Neptuno. El ruido del mar, su profundidad misteriosa, su poder, su serenidad estremecen al mundo greco-romano.
También el cristianismo recoge este simbolismo del agua cuando dedica las fuentes y manantiales a santos o vírgenes. Así, por ejemplo, existen la Virgen de la Fuensanta, la Virgen de Aguas-Santas, etc, que siempre están relacionadas con la protección de la vida contra sequías, inundaciones y otros peligros.
Podríamos seguir con otras religiones y culturas y siempre encontraríamos un gran misterio y un gran valor en todo lo relativo al agua.
En contraposición a esta valoración, ¿qué hacemos ahora con el agua?. Es difícil encontrar ríos y manantiales sin contaminar, e incluso el mar está siendo perjudicado y, a pesar de su inmensidad, parece que vamos a ser capaces de destruir, o al menos disminuir, su poder vivificador e incluso curador.
como dijimos anteriormente, en la naturaleza se encuentra en tres estados, el solido, el liquido y el gaseoso.
En la Biblia comienza en Gen 1:2 Todo era confusión y no había nada en la tierra. Las
tinieblas cubrían los abismos mientras el Espíritu de Dios
aleteaba sobre la superficie de las Aguas.
y termina en apocalipsis 17
El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven!" Que el que escucha
diga también: "¡Ven!" El que tenga sed, que se acerque; y el que lo
desee, reciba gratuitamente el agua de la vida.
Ademas nacemos en el vientre lleno de agua.
Tal vez deberíamos tener más respeto por el fundamento de la vida.
Dios los bendiga
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