A pesar de la actividad diplomática de EEUU en Siria y la apertura hacia Irán, que indica un cambio en la política exterior de EEUU, la Administración Obama ha renovado las sanciones económicas contra Damasco.
“El presidente creyó que era necesario,” dijo el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood, en referencia a la renovación de las sanciones, que es algo que el Congreso tiene que hacer cada año.
Las sanciones, impuestas por el anterior presidente norteamericano George W. Bush, prohíben las exportaciones de armas a Siria, impiden a las líneas aéreas sirias operar en EEUU y niegan a los sirios sospechosos de estar relacionados con los así llamados “grupos terroristas” acceso al sistema financiero estadounidense. “Necesitamos ver pasos concretos por parte del gobierno sirio de que se está moviendo en otra dirección,” dijo Wood a los reporteros.
La visita a Siria esta semana de un alto enviado estadounidense, Jeffrey Feltman, y de un responsable del Consejo de Seguridad Nacional, Daniel Shapiro, fue la segunda efectuada desde que Obama tomó posesión del cargo en enero y comenzó a dialogar con Damasco. La visita fue calificada por las partes de “constructiva.”
En un análisis de la nueva acción norteamericana, las sanciones parecen ser más un gesto de rutina y una continuación de las ya existentes medidas y no una nueva.
Según la prensa siria, Damasco no está sorprendido por la renovación de las sanciones porque la parte siria fue informada por el Departamento de Estado de EEUU de que la medida era “rutinaria” y no tenía conexión con las últimas acusaciones que el presidente Obama había efectuado contra Siria en el Congreso estadounidense.
De una forma u otra, la medida “rutinaria” ha puesto de manifiesto los obstáculos que dificultan un acercamiento entre EEUU y Siria. El diálogo entre los dos países está todavía en su fase inicial. Las diferencias son serias, pero los intereses comunes son también amplios. Entre ellos cabe citar la estabilidad en Iraq, las conversaciones sobre Oriente Medio y Líbano.
EEUU necesita decir a sus aliados en la región que Siria se halla todavía bajo vigilancia. Sin embargo, también está advirtiéndoles que no puede haber solución a los problemas de Oriente Medio sin Siria.
Existen indicaciones de que Washington está tratando “de forma cauta” de restaurar el papel de Siria en la región, ahora que Egipto ha perdido su papel de liderazgo tras la guerra de Israel contra Gaza, y el presidente Obama escogió a Turquía y no a Egipto, como era tradicional, como plataforma para dirigirse a la comunidad musulmana. Obama visitará Egipto en junio. Sin embargo, se cree que la visita se produce en el marco de un intento de tranquilizar a Israel de que el aliado mutuo árabe de EEUU e Israel no va a ser abandonado.
Es pronto para determinar si la renovación de las sanciones está vinculada de algún modo con los resultados de la reciente visita de Feltman y Shapiro a Damasco. La Administración Obama necesita tiempo para evaluar el resultado de su actividad diplomática en Siria y, de este modo, una solución al tema de la renovación de las sanciones podría no haber sido hallada en las últimas conversaciones entre EEUU y Siria. Después de todo, Washington necesita todavía determinar su propio plan de Hoja de Ruta para la región, particularmente en lo que se refiere a la normalizar de sus vínculos con Damasco, y está esperando en especial a ver el resultado de las elecciones en Líbano e Irán.
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