lunes, 19 de julio de 2010

Navegando con Cristo

La vida cristiana no es una vida de navegación clara o de cielos despejados. Todo cristiano va a tener días malos tarde o temprano, sin importar lo consagrado que sea. De hecho, mientras más consagrado sea, más dolorosos y angustiosos serán sus días malos.
Afortunadamente, la mayoría de los cristianos saben que Jesús "no es un Salvador para los buenos tiempos.” Él está con nosotros no solamente cuando las cosas van bien, sino que también cuando tenemos esos días malos. Cuando nos azotan los días malos, él no desaparece diciendo: “Volveré cuando todo esté bien.” No - él es fiel y nos cuida a través de todas las épocas de la vida. Él se interesa por todos nuestros ser durante los tiempos malos y buenos.
El apóstol Pablo se refirió a esto cuando escribe: “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros…” (2 Corintios 4:7). El tesoro al que Pablo se refiere es al conocimiento y la presencia de Jesucristo. ¡Y tenemos este tesoro precioso en nuestros cuerpos!
Sin embargo, la palabra griega que usa Pablo para “terrenal” es “barro frágil” - queriendo decir “débil, de fácil rompimiento y de fácil tentación.” Él está diciendo: “Si, tenemos la presencia de Jesús en nosotros. ¡Pero nuestros cuerpos son débiles, fácil de caer en tentación y de ser quebrantados!
El hecho es que todos padecemos de lo que la Biblia llama “flaquezas.”. Pablo habla de las frecuentes enfermedades de Timoteo, (1 Ti. 5: 23). La palabra “flaqueza” en griego, como se usa aquí, significa “enfermizo, sin fuerzas, débil en cuerpo o mente, esta sería una flaqueza física.”
Sin embargo, hay otras flaquezas además de las físicas, y son tan difíciles de manejar como las físicas. estas son de la mente y son más comunes. No estoy hablando de enfermedades de la mente o llamadas locuras, sino de aquellos momentos que sin explicación alguna nuestros sentimientos nos traicionan y juegan con el pensamiento.
Es posible que te acuestes contento y lleno de alegría y sin embargo al despertarte al otro día te levantes con una nube de tristeza sobre tu cabeza. Todo el día te sientes abatido por tu estado mental. No sabes de donde vino, - pero esa nebulosa sigue en ti y no se disipa.
La culpa, el miedo y la ansiedad son todas flaquezas de la mente. Esas cosas te pueden perseguir por tu pasado, o por algún pecado que aún tienes en tu vida. Y no puedes evitar que estas flaquezas afecten tus sentimientos y tu caminar en Cristo.
y si económicamente hablamos, Ninguno de nosotros se encuentra EXENTO de ser víctima de una fuerte CRISIS ECONOMICA, sobre todo en estos tiempos en que los índices de desempleo a nivel mundial, se están multiplicando, por lo tanto es necesario estar preparados para cuando tal crisis se agudice.
Si bien es cierto las CIRCUNSTANCIAS EXTERNAS no nos podrán favorecer para nada, hemos de recordar que sobre toda circunstancia, está el Dios Todopoderoso creador soberano de los cielos y de la tierra.
Quiero decirte que aun en medio del DESIERTO, Dios te tendrá preparado el SUSTENTO DIARIO Y SOLUCION A CADA UNO DE TUS PROBLEMAS, no importa cuán difícil parezca, el es todo poderoso y hay que creerle.
No desmayes, nuestro Dios siempre está pendiente de lo que necesitamos antes de que se lo pidamos.
Que Dios te bendiga.

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