Julio 7, 2010 7:05 am
El presidente de EE UU insiste en las buenas relaciones con Israel y reafirma la necesidad de retomar el proceso de paz
Anunciar que Estados Unidos e Israel están de acuerdo puede no ser exactamente una noticia para quienes están familiarizados con la histórica implicación norteamericana en Oriente Próximo. Pero hoy, después de las tensiones conocidas desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca, constituye una auténtica novedad el hecho de que se haya anunciado un completo acuerdo con el primer ministro Benjamin Netanyahu sobre la necesidad de relanzar las negociaciones directas con los palestinos con “pasos concretos en las próximas semanas”.
La esperada reunión que Obama y Netanyahu mantuvieron ayer sirvió sobre todo para deshacer malentendidos y reafirmar las bases de las relaciones especiales entre sus dos países. Primera aclaración: Obama no desconfía del primer ministro israelí, cree que “está preparado para hacer la paz” y que “está dispuesto a tomar los riesgos necesarios para empezar unas negociaciones serias” con los palestinos. Segunda aclaración: ninguna discrepancia puntual pone en peligro las relaciones bilaterales porque, como ha dicho el presidente norteamericano, “los lazos entre Israel y Estados Unidos son indestructibles”.
Netanyahu ha recurrido a una célebre cita de Mark Twain para insistir en que los que pronosticaron la muerte de la amistad entre su país y Estados Unidos, no sólo se habían precipitado, sino que estaban “absolutamente equivocados”.
Sentados estos principios, que ahora habrá que comprobar con hechos, los dos dirigentes han abordado esta tarde su amplia y complicada agenda de intereses comunes. Además del proceso de paz, Obama y Netanyahu coincidieron en la necesidad de hacer frente a la amenaza que representa Irán. Esa es la mayor preocupación israelí y, a medio y largo plazo, también la norteamericana.
Netanyahu ha elogiado la decisión del Consejo de Seguridad de la ONU de imponer sanciones a Irán y, especialmente, la ley firmada la pasada semana por Obama para “>ampliar y agravar esas sanciones. “Son sanciones con capacidad de hacer daño a Irán, sobre todo si otros países siguen el ejemplo y se suman”, ha dicho el primer ministro.
Otro asunto delicado de las últimas semanas ha sido el del ataque a la flotilla internacional de apoyo a Gaza y, en general, la situación de bloqueo en que se encuentra ese territorio palestino. Obama ha agradecido que el Gobierno israelí haya aprobado medidas para suavizar ese bloqueo. Incluso ha destacado la rapidez con la que lo había hecho. El presidente norteamericano ha confiado en que ese problema no siga siendo un obstáculo para las negociaciones con los palestinos.
El último punto conflictivo de la reunión, también resuelto aparentemente, ha sido el de exclusión de Israel del Tratado de No Proliferación Nuclear. Israel ha desarrollado desde hace años un programa de armas nucleares a espaldas de la comunidad internacional. Obama ha recibido presiones de los países árabes para que, a su vez, presione a Israel a firmar ese Tratado y, por tanto, a revelar su arsenal atómico. El presidente norteamericano ha aclarado, después de algunos rumores en sentido contrario, que no está dispuesto a hacerlo.
“La política de EE UU no ha cambiado al respecto”, aseguró Obama, “seguimos reconociendo las necesidades excepcionales de Israel en materia de seguridad y no vamos a dar ningún paso que pueda representar una disminución de esa seguridad”.
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