domingo, 18 de julio de 2010

¡Uso del dinero!

1 Timoteo 6:6-19
6Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. 7Porque nada hemos traído al mundo, así que nada podemos sacar de él. 8Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. 9Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. 10Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron con muchos dolores.
11Pero tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la perseverancia y la amabilidad. 12Pelea la buena batalla de la fe; echa mano de la vida eterna a la cual fuiste llamado, y de la que hiciste buena profesión en presencia de muchos testigos. 13Te mando delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y de Cristo Jesús, que dio testimonio de la buena profesión delante de Poncio Pilato, 14que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, 15la cual manifestará a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de reyes y Señor de señores; 16el único que tiene inmortalidad y habita en luz inaccesible; a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A El sea la honra y el dominio eterno. Amén.
17A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos. 18Enséñales que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y prontos a compartir, 19acumulando para sí el tesoro de un buen fundamento para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.
El dinero es la moneda es la balanza del Cristiano en el sentido de que lo que haces con él – o deseas hacer con él – puede construir o destruir tu felicidad y tu vida para siempre.
este texto nos enseña a usar nuestro dinero de la mejor manera, de tal forma que podamos alcanzar ganancias más grandes y duraderas.
El punto de vista no nada más permitido, sino también ordenado por Dios, en nuestro intento de alcanzar nuestro completo y más duradero gozo; y que todos los males del mundo vienen no porque nuestro anhelo por felicidad es muy fuerte sino porque es muy débil, al punto que nos conformamos con placeres pasajeros que no satisfacen nuestra alma en lo más profundo sino que la destruye.
Jesús dijo que no hiciéramos tesoros en la tierra sino en el cielo (Mt. 6:19-20). Él dijo que debemos usar el dinero para proveer beneficios que no envejecen y un tesoro celestial que no perece (Lc 12:33). Él dijo que debemos usar el dinero para asegurar una bienvenida en la morada celestial.
¡Aprende a darle buen uso a tu dinero de ahora en adelante!, úsalo para las buenas obras.
Que Dios te bendiga.

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