Podemos perder dinero y recuperarlo, podemos perder la fama y recuperarla. Podemos aun perder la familia, los amigos, el trabajo, los sueños y anhelos, y eventualmente recuperarlos. Pero el tiempo, ¿Cómo se recupera el tiempo perdido?
¡Como me hubiera gustado tener el sentido de urgencia al aprovechar el tiempo hace algunos años!. La televisión, la música, el Internet, los video juegos, el teléfono, el amor, la diversión, el ministerio. Todas cosas importantes, pero que muchas veces nos distraen de aprovechar el tiempo como debiéramos.
Déjame ilústratelo de esta forma. Como Cristianos nos veremos siempre ante la encrucijada de escoger entre lo importante y lo urgente. Lo importante son cosas que suman y contribuyen a tu proyecto de vida. Estas cosas por lo general se ven realizadas a mediano y largo plazo. Lo urgente, por otro lado, te demanda el ¡ya! Si has tenido una planificación de tu tiempo, esto no será importante y podrás dedicar tu recurso irremplazable a lo que más dividendos te darán.
Te motivo a que vivas tu vida con intensidad, pero no inviertas tanto tiempo en cosas que se habrán ido en 24 horas. Planifica, organízate, estudia, invierte en tus relaciones…pero lo más importante es que planifiques para la vida con Cristo en la tierra nueva y cielo nuevo, invierte tiempo para El en esta vida para que planifiques de aquí a un millón de años, recuerda que el habla de eternidad, eso es mucho mas de un millón de años terrestres.
No despiertes un día con la sensación de haber perdido algo que ya nunca más podrás recuperar.
Que Dios los bendiga.
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