Una auditoría efectuada al Departamento de Defensa de Estados Unidos descubrió este martes que desapareció un monto de 8 mil 700 millones de dólares procedente del petróleo para la reconstrucción de esa nación ocupada. .
La cantidad corresponde al 95 por ciento de un total de 9 mil 100 millones de dólares que, según el informe del Investigador Especial de EE.UU, irían destinados a recuperar infraestructuras y servicios en un país que fue invadido en 2003 por el entonces presidente George W Bush y que forzó la salida del poder de Saddam Hussein.
Además de la ausencia injustificada del dinero, la auditoría dio cuenta del evidente descontrol que mantiene el Departamento de Defensa para explicar el destino de miles de millones de dólares entre 2004 y 2007.
"La falta de controles dejó a los fondos expuestos a un uso inapropiado y pérdidas no detectadas", denuncia el informe.
Asimismo, la auditoría mencionó que la mayoría de las organizaciones del Departamento de Defensa que recibieron dinero del Fondo de Desarrollo de Iraq (FDI) no abrieron cuentas en el Departamento del Tesoro, como requería la ley.
El DIF fue creado bajo la aprobación de Naciones Unidas con el fin de invertir los fondos provenientes de las exportaciones del crudo, sus derivados y el gas natural, así como los congelados en cuentas del Gobierno iraquí y del programa alimentos por petróleo en beneficio de los iraquíes.
"La debilidad en los controles financieros y administración del Pentágono impiden saber dónde fueron a parar esos 8 mil 700 millones de los 9 mil 100 millones de dólares que el DIF percibió para la reconstrucción de la actividad en Iraq", dice textualmente el informe.
El documento, que fue publicado el martes, causó un gran escándalo entre los estadounidenses sobre la política exterior del presidente Barack Obama. Entre algunos datos, el texto del Investigador Especial de EE.UU. para la Reconstrucción de Irak subrayó que el año pasado, el país gastó 990 mil millones de dólares en Iraq y Afganistán.
Luego de la invasión a Iraq que lideró Bush, el expresidente se comprometió a que una vez derrocado Saddam Hussein, su país ayudaría a reconstruir la nación del Medio Oriente en el marco de lo que llamaba el "nation building" (construcción nacional).
Por su parte, el jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, Michael Mullen, anunció la víspera en Bagdad que su país continuará presuntamente con el entrenamiento, preparación y apoyo logístico a las fuerzas de seguridad iraquíes, luego de su retirada total a finales de 2011.
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