“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.” Hechos 3:19-21
¿QUE ES UN AVIVAMIENTO?
En el sentido literal, avivamiento significa “volver a vivir” o despertarse de un letargo o adormecimiento espiritual. El avivamiento está descrito en todo el mensaje de la Biblia, Dios nos llama a volvernos a El, a acercarnos a El, y a refugiarnos en El. La condición del hombre sin Dios resulta en muerte, así que avivamiento es el ideal y la medida de Dios en cuanto a nuestra relación con El, no solo quiere que estemos cerca, sino que experimentemos toda la plenitud de su amor y de su justicia para cumplir nuestro destino aquí en la tierra.
LA NECESIDAD DE UN AVIVAMIENTO.
Dios conoce nuestra verdadera condición, no hay nada oculto ante sus ojos, El puede mirar lo profundo de nuestro corazón y sabe todas las carencias y necesidades que tenemos. Muchas veces, ni nosotros mismos podemos saber qué es lo que realmente necesitamos, pero El lo sabe. Con amor misericordioso nos llama y quiere que volvamos a El en una actitud de humildad y arrepentimiento genuino. No es fácil reconocer que estamos separados de Dios, porque si estamos extraviados en un mundo lleno de confusión, en realidad no sabemos cuánto nos hemos apartado de Dios. Necesitamos que el Espíritu Santo nos convenza de nuestra verdadera condición, y podamos reconocer personalmente que hemos estado lejos y en muerte espiritual.
Avivamiento entonces es volver al principio, al estado original con el cual Dios te creó. Un avivamiento personal te llevará a tener noción del amor de Dios y querrás estar cerca de El. Para experimentarlo necesitas tener en cuenta lo que Dios espera de cada uno de nosotros.
1. Arrepentimiento
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…” (vs. 19)
Arrepentirse significa “regresar”, dar la vuelta en “u”, volvernos de nuestros propios caminos y abandonar el pecado. Es cierto que ninguno de nosotros puede ser libre del pecado por sí mismos, pero el día que tomamos una decisión, aunque no tenemos fuerzas, la ayuda de Dios viene cuando ve un corazón humillado y arrepentido delante de Él.
2. Humildad
“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!” Santiago 4:6-8 NVI
“Pero él nos da mayor ayuda con su gracia. Por eso dice la Escritura: Dios resiste a los orgullosos, pero da gracia a los humildes. Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Pecadores, límpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!” Santiago 4:6-8 NVI
La humildad es una actitud poderosa para destruir el poder del pecado. Dios da “gracia” a los humildes, esta palabra significa: fuerza capacitadora, es poder para vencer y mantenerse firme, así es la gracia de Dios, y El la da a los que se humillan.
3. Obediencia
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” Santiago 1:22-25
¿QUE PRODUCE EN NOSOTROS EL AVIVAMIENTO?
1. Produce “hambre” de Dios.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.” Mateo 5:6
2. Produce restauración.
“… y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.” Hechos 3:20
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.” 2 Crónicas 7:14
3. Produce odio por el pecado y amor por la justicia.
“Con qué me presentaré ante Jehová, y adoraré al Dios Altísimo? ¿Me presentaré ante él con holocaustos, con becerros de un año? ¿Se agradará Jehová de millares de carneros, o de diez mil arroyos de aceite? ¿Daré mi primogénito por mi rebelión, el fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.” Miqueas 6:6-8
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.” Mateo 23:23
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