Al menos 72 cuerpos fueron encontrados por la Armada de México en una finca del estado de Tamaulipas, al norte del país, y las primeras investigaciones confirmaron que todas las víctimas eran inmigrantes. Sólo un menor de edad fue detenido en el rancho, de donde se secuestró además un arsenal compuesto por armas de alto calibre, escopetas, rifles y 101 cargadores.
El hallazgo se registró luego de un enfrentamiento entre marinos y presuntos miembros de una banda criminal conocida como “Los Zetas”, episodio en el que murieron un militar y tres integrantes del grupo armado.
En un predio dentro del rancho, ubicado a 22 kilómetros al noreste de San Fernando, fueron encontrados los cadáveres de 72 personas, entre ellos 58 hombres y 14 mujeres. Un rato después de que se conociera la noticia, se supo que los 72 asesinados eran inmigrantes salvadoreños, hondureños, ecuatorianos y brasileños. El dato fue confirmado por el secretario del Consejo de Seguridad, Alejandro Poiré.
“Es un suceso sumamente grave; la delincuencia organizada lleva un tiempo secuestrando inmigrantes para extorsionarlos o para sumarlos a sus filas, lo que evidencia que enfrentan una situación muy adversa de financiamiento y para reclutar gente”, evaluó Poiré.
Según relató un sobreviviente ecuatoriano, los inmigrantes fueron secuestrados por una banda cuando intentaba llegar a la frontera con EE.UU.
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