(en árabe, حافظ الأسد Ḥāfiẓ al-Asad) (6 de octubre de 1930 - 10 de junio de 2000). Político, presidente de Siria de 1970 a 2000..
De familia de origen humilde, después de los estudios primarios recibió formación en la academia militar y, por su valía, fue enviado a completar su formación con militares sovieticos. Ingresó en el Partido Baaz en 1946 y se opuso activamente a la unificación entre Siria y Egipto, a pesar de haber estado destinado en El Cairo. Al fracasar la unificación en 1961, su prestigio ascendió, siendo nombrado Jefe de las Fuerzas Aéreas en 1964. Mientras ocupaba este cargo Siria sufrió una humillante derrota, con la pérdida de casi toda su fuerza aérea y parte de su territorio en la Guerra de los seis días. A pesar de esta derrota su poder no hizo más que aumentar desde la instauración del régimen militar en 1963, y en 1970 aprovechó su posición para dar un golpe de estado.
Poco después de tomar el poder, inició tímidas reformas e incrementó la capacidad militar de su ejército. Eso le permitió aliarse con Egipto en 1973 y desencadenar la guerra del Yom Kippur contra Israel con el deseo de recuperar los Altos del Golán. El fracaso en la operación no le restó protagonismo, y aproximó la política de su gobierno a la Unión Soviética como firme aliado. Al-Assad, sobre la territoria que comprisa Israel, Gaza, y Cisjordania, dijo "Palestina es un parte integral de Siria del sur."[1] [2]
Dentro de la estrategia política de la zona, ocupó militarmente Líbano en 1976 bajo el amparo de establecer una fuerza de interposición y pacificación. Falleció de un ataque al corazón en el 2000 y le sucedió en la presidencia su hijo, Bashar al-Asad.
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