sábado, 22 de mayo de 2010

Una interpretación errónea del calendario Maya

Según el calendario Maya el 21 de Diciembre de 2012 el planeta Tierra desaparecerá con toda la humanidad dentro.
Teresa Antequera
Según el calendario Maya, tan de moda en los últimos tiempos, el 21 de Diciembre de 2012 debe cerrarse un ciclo según los cálculos que dicha civilización precolombina dejó como legado a la humanidad, por lo que no es de extrañar que en base al citado calendario así, como a la taquillera película “2012”, donde la Tierra se hunde bajo erupciones volcánicas, terremotos, inundaciones y tsunamis, más de uno crea que en dicha fecha el planeta Tierra desaparecerá con toda la humanidad dentro. Pero ¿es esto pura ciencia ficción o existen verdaderamente indicaciones científicas que confirmen que en el 2012 se acabará el mundo?
Desde un punto de vista científico, es un disparate creer que el mundo se vaya a hundir de un día para otro, a pesar de que existen amenazas reales que lo ponen en peligro y a pesar de que los escenarios de la película no son totalmente erróneos. Pero sí consideramos las profecías dadas por los profetas de la antigüedad, un común denominador en todas es que nunca se da una fecha exacta para lo que es anunciado, es decir nunca se relaciona una advertencia con una fecha determinada, ya que con la advertencia las personas tenemos la posibilidad de cambiar, y por lo tanto producirse un cambio en lo que tendría que haber pasado.
Los mayas crearon una importante civilización en Centroamérica durante más de 1000 años, con un sistema de calendarios astronómicos muy sofisticados. Una civilización que dicen, desapareció de la noche a la mañana, precisamente en la misma fecha que ellos habían predicho. También se sabe que los mayas fueron los únicos en toda América que tenían escritura desarrollada, aunque es muy posible que existan diferentes formas de interpretarla, al igual que es posible que existan diferentes métodos de interpretar sus calendarios.
Al respecto el profesor Nicolai Grube, antropólogo y director del Instituto Americanista de la Universidad de Bonn nos dice: “si los Mayas oyeran lo que se dice sobre ellos en relación a la fecha de 2012, se divertirían mucho y se preguntarían en cual de sus profecías nos hemos basado. Pues en la práctica no existe ni una única profecía auténtica de los mayas sobre el año 2012. No existe ningún texto, ninguna inscripción jeroglífica, ni tampoco existe nada del tiempo de la colonización española que refleje algo escrito sobre el año 2012 desde la perspectiva Maya. Lo que sí se puede afirmar es que en el año 2012 finaliza un ciclo del calendario Maya, es decir que ni el calendario acaba, ni nuestro mundo tampoco. Lo que significa que un escenario del final del mundo tal y como es pintado, corresponde a las maquinaciones de intereses contemporáneos, pero no a los Mayas”.
Entonces a la pregunta de por qué se ha vuelto tan actual esta fecha, habría que decir que es porque muchas personas sienten que demasiadas cosas en nuestro mundo no están en orden. Destrucción, decadencia, guerras y catástrofes llevan a muchas personas a tener la sensación de que estamos sentados sobre un polvorín. Además, para hacer honor a la verdad, habría que decir que la película refleja situaciones y zonas terrestres que podrían ser reales, como el supervolcán que se halla bajo el parque de Yellowstone, la inversión de los polos que se espera desde hace tiempo, o el desplazamiento de las placas terrestres, con la premisa de que de producirse, no sería en una fecha determinada.
No obstante, un observador atento no necesita una “fecha” para darse cuenta de la situación real de la humanidad: Los glaciares se derriten, el hielo de Groenlandia desaparece, las sequías en África aumentan, el hambre es cada vez mayor, inundaciones, volcanes y catástrofes medioambientales provocarán grandes migraciones de población. Se podría afirmar en base a los acontecimientos reales y al pronóstico científico, que en un futuro el mundo tendrá un aspecto bastante diferente al actual.
Hoy muchos ya saben, en base a las profecías dadas en la actualidad a través de Gabriele de Würzburg, que lo que se conoce como el final del mundo no significa el final del planeta Tierra, sino que será algo diferente, como por ejemplo el final del comportamiento materialista, lo que se entiende como el final de lo demasiado humano, del egoísmo y de lo mundano. Lo que dará paso a una humanidad más elevada y a un planeta más puro.

No hay comentarios: