Este es un elemento que por muchos años se ha dejado de lado y al cual en muchos lugares no se le da mayor importancia. Pero es necesario que entendamos que todo aquello que debe entregarse a Dios debe ser excelente, debe ser lo mejor y de una calidad superior.
La excelencia es algo que debemos procurar en cada una de las cosas que hacemos, pero esta no vendrá sola sino como consecuencia de una preparación, de un esfuerzo y entrega para lograr realizar las cosas de la mejor manera para Dios.
Como equipos de alabanza debemos aprender a subir nuestro nivel de excelencia, ver mas allá de lo que estamos acostumbrados, buscar marcar la diferencia en lo que hacemos, en la música que tocamos, en como aprendemos, ensayamos y ministramos. Muchas veces no solamente se trata de aumentar el tiempo de los ensayos, más que eso se trata de no malgastar el tiempo que tenemos, hacer que un ensayo de voces o instrumentos o de todos juntos sea realmente efectivo.
Un consejo muy práctico es tener ensayos de voces e instrumentos en forma separada, para poder poner énfasis en los detalles tanto vocales como instrumentales; ya que en un ensayo general solo se debiera llegar a “ensamblar”, a acomodar las partes de la obra y no a sacar los detalles, éstos ya deben estar pulidos al momento de juntarnos las voces y los instrumentos. Lo mismo debe ocurrir en el ensayo vocal, y el instrumental, en donde cada uno de los cantantes o los músicos debe llegar con su parte aprendida y no esperar el momento del ensayo para aprenderse notas, cortes, o registros, según sea el caso. Tal vez al principio será complicado, pero si queremos ser excelentes debemos esforzarnos por lograrlo.
Otro punto muy importante es la Formación, la cual provocará que seamos mucho mejores, y en esto debemos tener claro que todos sin excepción necesitamos aprender cada día mas, no hay nadie aun que lo sepa todo, debemos desarrollar un corazón enseñable, de no ser así estaremos destinados a vivir en la mediocridad. Busca alguien que te enseñe, busca recursos, hoy en día hay muchas formas de aprender, contacta algún profesor o músico que sepa más de lo que tú sabes y aprende de él.
Como equipos de alabanza es muy importante poner gran énfasis en la formación. Un equipo debe crecer en todos los aspectos y no quedarse estancado. Es muy bueno realizar convocatorias (castings) en donde veremos los talentos naturales de cada uno, pero en donde mas énfasis pondremos es en la enseñanza. Es muy bueno abrir “escuelas de artes” o “semilleros” en donde se formarán los nuevos músicos y cantantes, dando énfasis en tres áreas: Teoría Musical (tanto las voces como los músicos), Práctica, y Vida espiritual, en donde se enseñe realmente la gran responsabilidad que significa ministrar la alabanza. Debemos quitar todo egoísmo y traspasar los talentos que Dios nos ha entregado (multiplicarlos en otros).
Hay muchos casos en los que hay personas que aparentemente no tenían grandes habilidades musicales al inicio del proceso, pero luego aprenden y se superan y logran ser mucho mejores, pero también hay casos en los que no existe el valor para decirle a alguien que tal vez no tiene talento para eso, y que podría desarrollarse de manera más efectiva en otra área, es aquí en donde debemos también ser sabios y buscar la excelencia.
Que Dios los bendiga.
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