martes, 8 de junio de 2010

Frutos del Espíritu Santo.DONES DE REVELACIÓN

INTRODUCCIÓN
Cuando somos bautizados con el Espíritu Santo, recibimos el beneficio de los dones del Espíritu (1 Co 12:4). El único que hace una obra de edificación en nuestra vida es El Espíritu Santo morando en nosotros y con nosotros. Este maravilloso regalo (Hch. 2:1-4), fue recibido en el día del Pentecostés, promesa hecha por Jesús a sus discípulos. Los dones son dados a la Iglesia para su crecimiento y edificación (Ef. 4:12-13; P. 4:10).
DESARROLLO
Los dones del Espíritu Santo deben ser anhelados por la iglesia, ya que con ellos se adornará a la que será esposa del Cordero. Según 1 Corintios 12:8-10 los dones del Espíritu son nueve (9), que para estudiarlos, se dividen en tres grupos:, de inspiración, de revelación y de poder, ahora estudiaremos los dones de revelación (1 Co. 12:8).
En este grupo están los dones de: Palabra de Sabiduría, Palabra de Conocimiento y Discernimiento de espíritus. La palabra “revelación”, viene del griego apokalupsis que significa desvelamiento, la comunicación del conocimiento de Dios (Ef. 1:17), una expresión de Dios para la instrucción de la Iglesia (1 Co. 14:6,26)(Strong 602). También tiene relación con la palabra griega apokalupto que quiere decir pensamientos antes ocultos en el corazón (Lc. 2:35), referente al pasado o al futuro (Strong 601) De estas definiciones se infiere que se les llama dones de “revelación”, porque a través de ellos y de forma sobrenatural, es manifiesto un hecho que ocurrirá en el futuro o algún hecho pasado que se descubre, una verdad oculta.
DON DE PALABRA DE SABIDURÍA.
“Palabra” viene de la palabra griega logos que significa expresión del pensamiento (Strong 3056), y “sabiduría” del griego sophia que quiere decir lo profundo de la inteligencia, conocimiento de diversas materias o cosas humanas y divinas, adquirida por la observación y experiencia. (Strong 4678), indicando que el don de Palabra de Sabiduría es la expresión del pensamiento de los más profundo de la inteligencia, inspirado por Dios.
Este don permite a la persona que es ungida por el Espíritu Santo, ver por dentro el presente de la persona o de los acontecimientos que han de venir, y poder así, prevenir el futuro, tomando la forma de advertencia, como en el caso de Agabo (Hch. 11:27), el cual dio la Palabra de Sabiduría acerca de una gran hambre que afectaría la región y fueron los discípulos los que tomaron las precauciones necesarias para ayudar en esta situación. Así también, Pablo cuando se acercaba el tiempo de su partido, les advirtió a los ancianos de Éfeso que vendrían lobos rapaces a querer dañar a las ovejas y que por lo tanto tendrían que estar preparados (Hch. 20:28-30), y más adelante, cuando Pablo es conducido a Roma, les advierte a los soldados acerca del viaje, más ellos no lo escucharon (Hch. 27:10; Hch. 27:25).
DON DE PALABRA DE CIENCIA O DE CONOCIMIENTO.
“Ciencia” se deriva del griego gnosis que significa búsqueda, investigación, conocimiento de la verdad espiritual (Strong 1108), y se relaciona con ginosko que quiere decir estar tomando en conocimiento, entender totalmente con precisión (Strong 1097), esto indica una relación entre la
persona que conoce y el objeto conocido, y es así que las personas que tienen este don, tienen el conocimiento, por el Espíritu de eventos presentes o pasados sobre una persona, asunto o congregación de personas. Se manifiesta principalmente en los profetas o regularmente van precedidos por una profecía. Para su manifestación se necesitan dos elementos importantes: el don propiamente dicho y la unción de Dios, es decir, la unción de Dios activa el don en los creyentes (1 Co 12:7). Un ejemplo de este don lo encontramos cuando Pedro reprendió a Ananías y Safira, cuando trataron de engañar al Espíritu Santo (Hch. 5:1-11), otro, cuando Jesús exhorta a la mujer samaritana (Jn. 4:7-19) o cuando Jesús le relata su vida a Natanael (Jn. 1:47-48).
DON DE DISCERNIMIENTO DE ESPÍRITUS.
Discernir viene de la palabra griega diakrisis que quiere decir distinción, discriminación clara, discernimiento y juicio (Strong 1253), pero también “discernir” significa distinguir o conocer entre una cosa y otra por un acto especial de los sentidos o de la inteligencia (Diccionario Encarta), por otro lado “espíritu” viene del griego pneuma que significa el espíritu que es invisible, inmaterial y poderoso (Strong 4151), esto nos indica que el creyente al cual se le manifiesta este don, puede distinguir claramente de donde proviene algo que es invisible, inmaterial y poderoso, si es de Dios o del enemigo, algo que otras personas no lo distinguen, pueda ser un espíritu o un ambiente espiritual determinado, por eso es que este don nos guía hacia el orden de Dios (1 Co 14:29-33) en medio del mover del Espíritu Santo y de los otros espíritus ministradores (Is. 11). Este don nos sirve para:
VER MAS ALLÁ DE LO QUE MUCHOS VEN (Mr. 9:25). En el caso del hombre poseído por un espíritu, al cual Jesús sana, discerniendo el espíritu que lo había atormentado, lo reprendió e inmediatamente el espíritu huyó.
DISTINGUIR (Lc. 4:38-39). Cuando Jesús sana a la suegra de Pedro, Él toma autoridad sobre la fiebre, la reprende y ésta tuvo que abandonar el cuerpo de la mujer. Esta es una característica muy importante del don de discernimiento de espíritus, ya que al discernir el espíritu (bueno o malo), habrá que tomar autoridad, si es necesario sobre este espíritu y desalojarlo directamente.
VER LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN (Hch. 16:16). Cuando Pablo y Timoteo estaban en la ciudad de Filipos predicando, una mujer esclava que tenía un espíritu de adivinación, les gritaba que eran siervos del Dios Altísimo, Pablo tuvo el don de discernir que, aunque se trataba de una verdad provenía de una fuente mala y perversa, que lo que quería era distraer la atención del ministro, por lo que se dirige enérgicamente contra el espíritu inmundo (no contra la muchacha) y lo reprende mandando que se callase.
El don de Discernimiento de espíritus se puede activar cuando se ministra a una persona; cuando se practica una liberación, pues sirve para conocer cuál espíritu o demonio es el que ha tomado lugar en un cuerpo y desalojarlo por medio de la guianza que Dios dé por medio de su Espíritu Santo y en el culto a Dios al momento de ministrar los dones.
CONCLUSIÓN
La Palabra de Sabiduría, declara un hecho futuro que afecta a la Iglesia, la Palabra de Conocimiento declara un hecho pasado o presente y el Discernimiento de espíritus permite conocer que espíritu es el que se esta manifestando. Los dones del Espíritu Santo son un regalo inmerecido de Dios por lo cual debemos apreciarlos y sobre todo anhelarlos, ya que sirven para la edificación de la Iglesia para alcanzar madurez. El mismo apóstol Pablo nos exhorta a que deseemos ardientemente los mejores dones, sin perder de vista que éstos se manifiestan para nuestro provecho y que es el Espíritu Santo el encargado de repartirlos como Él quiere.

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