El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, advirtió este lunes que se podría generar una situación de violencia si una flotilla -como la asaltado el pasado mes de mayo en donde resultaron muertos casi una decena de pacifista- con ayuda a la franja de Gaza que se alista en el Líbano intenta romper el bloqueo israelí sobre territorio palestino.
"Se podría dar una fricción, que lleve a la violencia, lo que es totalmente innecesario e injustificable con la apertura de Gaza", señaló el ministro del Estado israelí, tras un encuentro sostenido con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Es "innecesario" hacer llegar por vía marítima, hacia Gaza, asistencia humanitaria, pese a la decisión del Gobierno de Israel, este domingo, de suavizar el cerco al bloqueado territorio.
El Gobierno de Israel impuso el cerco en tierras palestinas en el año 2006, después que Hamas retuviera al soldado israelí Gilad Shalit, como una medida para exigir la puesta en libertad de prisioneros palestinos. La decisión fue reforzada al año siguiente cuando el movimiento insurgente llegó al poder de la Franja.
EL Estado de Israel utilizó la excusa de la captura de Shalit para imponer un bloqueo férreo contra el pueblo palestino, que mantiene cerrados los pasos fronterizos necesarios para recibir ayuda humanitaria, alimentos y combustible para la única planta de electricidad de la Franja de Gaza.
Tras la captura de Shalit, también Israel ejecutó el ataque militar denominado "Lluvias de verano" hacia la Franja de Gaza, en la que murieron 165 ciudadanos.
Barak recalcó que autoridades israelíes no pueden aceptar que alguien "navegue directamente hacia Gaza", y responsabilizó al Gobierno libanés de las embarcaciones que puedan partir de sus costas, así como del material que contenga sus bodegas.
El titular de la cartera de Defensa alertó sobre la intención de 30 libanesas y otras 20 activistas internacionales que quieren partir desde Beirut (ciudad capital) a Gaza con una embarcación de ayuda humanitaria.
Del mismo modo, manifestó en su encuentro con el secretario general de la ONU, el deseo de su Gobierno de que se frene la iniciativa -del mismo Ki-moon- de crear una comisión internacional para investigar el asalto israelí el pasado mayo a la Flotilla de la Libertad.
"Le expresamos nuestra posición de que, por el momento, mientras se preparan nuevas flotillas, es mejor dejarlo en la estantería por un tiempo", enfatizó la autoridad israelí, quien subrayó que su Gobierno continuará con una investigación paralela a la de la ONU.
En el encuentro con el representante de la ONU también se explicó los detalles de la decisión adoptada este domingo por el Consejo de Ministros de Israel para Asuntos de Seguridad de permitir la entrada de productos de ayuda humanitaria a excepción de materiales militares.
Israel "no puede permitir que entre a Gaza todo lo que a alguien se le ocurra llevar", debido a que a su criterio, el Hamas sigue en control del territorio, desde el que se lanzan cohetes que aterroriza a los civiles.
El alivio del asedio israelí "ya se está aplicando", dijo el ministro a la vez que recordó que el bloqueo marítimo continuará sin ningún cambio. Asimismo, pidió como respuesta de esta acción, la liberación de Shalit.
"No nos podemos permitir abrir el acceso a los barcos cuando en Gaza aún está reinando un grupo terrorista que es Hamas y que utiliza misiles para aterrorizar a nuestros civiles", sostuvo.
Esta acción del Gobierno del presidente de Shimon Peres, supone la cesión a la presión internacional, que había insistido en sus llamados al levantamiento del cerco tras el asalto, el pasado 31 de mayo, en aguas internacionales a la Flotilla de la Libertad.
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